Marzo de 1991, Kuwait, la guerra ha terminado. Mientras están desarmando a los soldados que se entregan Conrad y Troy encuentran un papel enrollado metido en el culo de uno de ellos. Se trata de un mapa que parece marcar unos búnquers de Saddam donde ocultan unos lingotes de oro que robó a los jeques kuwaitíes.

Pensándolo bien la historia de unos soldados que se hacen con un botín de guerra y pretenden huir con él tiene poco de novedosa. Lo que más me impactó fue la escena de los efectos de una bala cuando penetra un cuerpo humano.
Y no es para menos, David O.Russell, el director, le preguntó a un doctor cuál es la herida más extraña que podría provocar un disparo y le describió la de la bala que perfora un pulmón, como le sucede a uno de los protagonistas, le pareció tan bestia que decidió incluirla en la película.

Sayed Moustafa Al-Qazwini hace de uno que huye del régimen iraquí. En la vida real fue torturado por las fuerzas de seguridad de Saddam Hussein y le dieron una patada en un ojo que le dejó ciego del mismo.

El director trató de reducir el número de balas durante los tiroteos adrede. De esa manera cada bala parece más viva, afirmó.
Fue la película en la que descubrí la canción "Party all the time" de Eddie Murphy.
La considero una película muy intensa y entretenida. Es una manera diferente de enfocar el género bélico con escenas muy crueles y algo de acción pero también mucha humanidad y crítica social, especialmente a los medios de comunicación.
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