Un vagabundo se une a una comunidad de sin techo pero descubre que algo raro está pasando en una iglesia cercana donde se reúnen de forma clandestina. A la noche siguiente la policía hace una redada, él ayuda a alguno de los ocupantes y por la mañana entra y encuentra una caja llena de gafas de sol.

Previo a esta película el luchador había hecho una pequeña aparición en "The one and only" (1978), en "Buy & Cell" (1988) y había protagonizado "Hell Comes to Frogtown" (1988). Murió en el año 2015 debido a un paro cardíaco.

Me resulta difícil afirmar que una película de John Carpenter no es conocida, te puede gustar más o menos pero al menos sus títulos suelen tener cierta notoriedad. En mi caso no hay ninguna película que no me guste de las que ha hecho. Lo he visto todo menos "The Ward" (2010), un par de películas de televisión y los cortos que hizo al principio de su carrera. Se dice pronto.
Piper estuvo convencido durante años que la historia estaba basada en hechos reales porque vio un "documental" sobre un hecho que ocurrió en los años 50 concerniente a una televisión que emitía mensajes subliminales. En realidad lo que vio fue una comedia titulada "L'affaire Bronswik" (1978).

El famoso "Obey" que más tarde popularizó el artista Shepard Fairey proviene de esta película. Recuerdo que llegué a tener una de sus pegatinas con la cara de André el Gigante cuando apenas había comenzado.
La mayoría de los alienígenas (de ambos sexos) están interpretados por Jeff Imada (aunque a veces salen varios a la vez en pantalla). Aunque es un especialista en escenas peligrosas le eligieron porque le cabían bien los trajes.
La voz que dice "Sleep, sleep, sleep..." es la de John Carpenter.

La pelea entre Nada y Frank iba a ser muy corta, de unos 20 segundos, pero los actores decidieron tomársela en serio y la coreografiaron para que pareciese más real y al final su duración fue de más de 5 minutos. Al director le gustó tanto que decidió dejarla entera.
En realidad resulta bastante gracioso que cada vez que le pide a alguien que se ponga las gafas termine muy mal. Pero la segunda vez me resulta algo exagerado. Es en plan "¡póntelas!", "¡qué te jodan!", ale a pegarse a ostia limpia.
Es una historia muy buena, con un final que aunque no sea del todo conclusivo tampoco necesita de continuación o al menos de haberla habido sería otro tipo de historia. Me ha gustado mucho volver a verla después de tanto tiempo.
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