El título se traduce como herrero.
Corre la leyenda de un herrero que tiene escondido un cofre lleno de oro de las Guerras Carlistas. Hace años que vive aislado del mundo exterior y cuando tratan de entrar en su casa a la fuerza de los 3 hombres que iban uno muere al caer sobre una trampa para osos.
Aunque nada más empezar entrevemos a una especie de demonio la primera imagen impactante es cuando aparece el herrero con un escudo hecho de verjas y una máscara de metal con dos agujeros para los ojos y un hueco para la nariz.
La historia es como una fábula donde se mezclan los momentos de drama, las sorpresas y los seres fantásticos. Aunque éstos últimos son esencialmente demonios pero yo también metería en esa categoría al herrero, especialmente por la escena en la que golpea el metal candente con su puño desnudo al romperse el mango de su martillo.
Los demonios que aparecen son bastante diferentes entre sí y su categoría depende, en buena parte, por su tamaño y lo grotesco de su aspecto. También es verdad que hasta bastante avanzada la historia sólo vemos uno de ellos.
Me ha parecido graciosa la parte en que lo torturan. Por ejemplo cuando echan garbanzos en el suelo para que los cuente, por algún motivo es algo que ya conocía. O cuando hacen sonar una campana, cosa que será fundamental en la parte de la historia que no llegamos a ver.
Concretamente es cuando el herrero se mete en el infierno, me hubiera encantado verle enfrentándose a demonios de todo tipo armado con su campana. De hecho la parte del infierno me ha recordado mucho a los cómics de Marvel, por ejemplo a los del Motorista Fantasma o los de Deadpool quienes se dan un garbeo por allí en un momento dado.
Me ha gustado mucho, es una historia basada en cuentos populares vascos, contada en vasco (como tiene que ser).
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