martes, 8 de enero de 2019

The Cyclops (1957)

También conocida como "Cautivos del monstruo".

Guayjorm, México. Susan Winter quiere sobrevolar una zona donde desapareció su prometido Bruce Barton tres años atrás. A pesar de que le prohíben volar ella lo consigue junto con sus tres acompañantes. Pero una vez allí se les complican pronto las cosas.

Dirigida por Bert I. Gordon, conocido por títulos como "Empire of the Ants" (1977), "The Amazing Colossal Man" (1957), "Attack of the Puppet People" (1958) y "The Food of the Gods" (1976).

El origen de los cíclopes está en la Grecia antigua. El hallazgo de unos huesos de mastodonte fue la causa. En las calaveras los mastodontes tienen una apertura nasal, similar a la de los elefantes, que fue confundida con la de un ojo. Dado que los de esa zona eran de un tamaño relativamente pequeño creyeron que se trataban de seres antiguos con un solo ojo en el centro de la cara.

Destaca la aparición de Lon Chaney Jr. (Martin "Marty" Melville), famoso por "The Wolf Man" (1941). También la de Gloria Talbott (Susan Winter), salió también en "Daughter of Dr.Jekyll" (1957) ese mismo año.

No existe la ciudad de Guayjorm en México. De hecho creo que es uno de los peores nombres inventados.

Hacen aparición varios animales gigantes. Concretamente un lagarto de Gila, un ratón siendo atacado por un halcón, una tarántula que hace un ruido súper raro, una iguana que ruge y una serpiente.

Veía algo raro en ellos hasta que me he percatado de que es que han usado algún tipo de croma y se han comido parte de la imagen de los animales.

El cíclope en sí aparece a los 45 minutos. Es un maquillaje bastante conseguido, aparte del ya habitual efecto de gigantismo. Técnicamente es un hombre normal al que se le ha derretido parte de la cara tapándole uno de los ojos.

Cuando saca a la chica de la cueva vemos un cambio radical en su altura. De hecho la mano era tan grande como ella cuando la coge y al salir es apenas el doble de su altura. Cuando pasan junto a él mientras duerme su tamaño es un poco más grande, pero aún así no tanto como en la cueva. De nuevo hay errores con el croma en esa escena.

Otro punto curioso es que Chaney interpreta a un personaje obsesionado por encontrar uranio y cuando lo hace pretende dejarlos tirados y hacerse rico. Pero al final es la única víctima del cíclope. Aparte que, como bien dice otro de los personajes, la radiación que detecta puede no ser uranio sino algún otro elemento capaz de hacer crecer de forma exponencial a quienes se encuentran cerca durante el tiempo suficiente.

Pero bueno, es una de tantas películas sobre bichos gigantes que se hicieron en los 50 y, como tal, es entretenida si no le das demasiadas vueltas a las cosas. De hecho resulta graciosa de ver si te la tomas un poco en plan coña.

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