Bueno, ya me dispersado lo suficiente, volvamos a la programación habitual.
William T. Kolderup adquiere una isla por 5 millones de dólares y manda allí a su sobrino para que se haga un hombre y de paso se lleva a su profesor para que aprendan a llevarse mejor. De repente se despiertan con el barco en llamas y unas extrañas criaturas han asesinado a la tripulación, por ello deciden saltar al agua justo antes de que el barco vuele en mil pedazos.
Nunca comprenderé cómo hizo Juan Piquer Simón para hacer las películas que hizo y quienes salieron en ellas. Ésta es sólo un ejemplo más, pero también están la infame "Los nuevos extraterrestres" (1983) y la genial "Slugs, muerte viscosa" (1988). En todo caso es su segunda película basada en Verne tras "Viaje al centro de la tierra" (1977).
En el reparto, por sorprendente que parezca, tenemos los nombres de Terence Stamp (Taskinar / Skinner) y Peter Cushing (William T. Kolderup) junto a los de Ana Obregón (Meg Hollaney / Meg Calderón) y Paul Naschy (Flynt).
Los lingotes de oro son completamente falsos, no puedes coger un lingote así sin más, pesa bastante.
De repente en la isla hay gallinas, ocas, cerdos, cabras e incluso un chimpancé. Aparte de una casa con todo tipo de utensilios y un baúl lleno de cosas tan útiles como un violín o un paraguas.
Pronto son visitados por unos "caníbales", que vienen a ser como una tribu africana. Y por "monstruos" que son unos muñecos realmente cutres. Y otros que son hombres cubiertos de algas.
Por cierto, les encanta desperdiciar balas, como si fueran infinitas.
Otro detalle es que lo primero que vemos en la isla es una barca en perfecto estado. Es todo demasiado conveniente.
Luego reciben la visita de unos tipos que llevan gafas de sol, que quieren matarles (de hecho TODO quiere matarles).
En una cueva se encuentran con unos gusanos gigantes y más monstruos. También hay mucho oro y al principio de la película veíamos que la montaña es un volcán.
Cuando llevamos tres cuartos de película aparece una mujer francesa que lleva una extraña máscara y que también tiene una cueva con todo tipo de mobiliario y armas.
Es ridículo todo lo que sucede en esa isla. Especialmente cuando llegamos a la parte final y se descubre el pastel.
En fin, un título más de Juan Piquer Simón que no hay por donde coger. Es todo tan cutre.
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