Esta la ponen muy bien. Demasiado, quizás.
José y María discuten a la hora de comprarse una mesita para el salón, porque es lo único que puede elegir él y a ella le parece muy fea. Al montarla descubre que le falta un tornillo y deja el cristal a un lado, pero se le cae el bebé cuando se queda solo y lo mata al cortarle la cabeza. Tras ello vive un infierno porque no sabe cómo decírselo a su mujer.
María es un coñazo de mujer y encima impone su voluntad en todas las decisiones.
La vecina tiene una hija llamada Ruth y ella está encaprichada de José, el marido. Incluso quiere chantajearle.
Ya es curioso que la mujer llame pedófilo al hermano por salir con una chica vegana de 18 años y que él tenga problemas con una de 13.
Estaba claro que desde el momento en el que el vendedor les aseguró que el cristal era irrompible acabaría rompiéndose.
El vendedor o bien es gay o tiene un problema de soledad, pero vamos, suena realmente raro que le pida quedar para ir al cine a un cliente.
Me recuerda ligeramente a "Rope" (1948). Todo gira en torno a un mueble y un muerto, está centrada en una casa y hay pocas personas. Aparte sólo uno sabe qué ha ocurrido, bueno, en la de Hitchcock eran dos.
Creo que alargan demasiado el chicle. Podría haber sido un buen cortometraje.
Al menos tiene un final feliz, lo cual no siempre es lo esperado.
Me ha dejado un poco con una sensación agridulce, por una parte me gusta la simpleza de la situación pero me ha sabido a poco.
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