Que no pare la fiesta de la sangre.
Marybeth consigue escapar de nuevo de la pesadilla y llega a una comisaría para narrar lo sucedido. Pero, por supuesto, nadie le cree e incluso la encierran porque lleva un trozo de la cabeza de Crowley en su mano y está cubierta de su sangre. Poco después unos policías empiezan a encontrar los cadáveres y envían a un equipo para que los recoja.
Repiten Danielle Harris (Marybeth) y Kane Hodder (Victor Crowley). En realidad hay un tercer actor que repite y que ha salido en las tres películas: Parry Shen. En la 1 hizo de Shawn, en la 2 hizo de su hermano Justin y en esta hace de Andrew, quien no está relacionado con los otros dos. Ciertamente me ha parecido algo gracioso, en especial la conversación de que todos los asiáticos se parecen.
Hace aparición otro actor que hizo de Jason. Se trata de Derek Mears (Hawes) quien lo interpretó en el remake "Friday the 13th" (2009).
Aunque la novedad destacable del reparto es Zach Galligan (Sherif Fowler), conocido por "Gremlins" (1984) y "Waxwork" (1988). Y también Sid Haig (Abbott MacMullen), conocido por "House of the 1000 Corpses" (2003) y "The Devil's Rejects" (2005).
Continua con la norma de no usar efectos digitales. La verdad es que aunque a ratos se notan mucho en general los efectos prácticos resultan más satisfactorios y da la sensación de que estás viendo una película de los 80 o quizás 90.
Esta vez el maquillaje de Victor Crowley pesaba unos 13 kilos. Según el actor Kane Hodder es el trabajo más duro en el que ha estado.
Al igual que la segunda parte empieza continuando exactamente la escena que se cortaba al final de la anterior película. De esta manera si quitas los créditos del final de las dos primeras partes y las unes queda una historia continua que transcurre a lo largo de unos pocos días.
La película establece bien claro que volver con un grupo de personas al lugar donde un asesino se cargó a otro grupo es la decisión más estúpida que se puede tomar. No lo discuto, pero ¿y las risas que te echas?.
En el aspecto positivo esta vez Crowley tarda sólo 25 minutos en comenzar la matanza. En el negativo apenas se recrean en las primeras muertes, algunas ni siquiera se ven, sólo se oyen. Sin embargo la cosa va a mejor cuando llegan los S.W.A.T., es el festival de la sangre.
La parte en la que aparece Sid Haig es la mejor que he visto en las 3 películas. Es para mearse de risa, lo único malo es su corta duración. Ah y poco después de su aparición hace un cameo Joel David Moore (Ben), el protagonista de la primera película, es también una escena muy cómica.
Termina de golpe en mitad de una escena dando a entender que habrá una más y aunque han tardado 4 años así ha sido. Pero eso lo veremos en la próxima entrada.
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