Tras la muerte de Ginger, Brigitte es quien ha de enfrentarse al hecho de es una licántropa. Pero ha diferencia de ella se lo toma con lógica y usa todos los medios que tiene a su alcance para combatirlo. Tras caer inconsciente en medio de la calle es llevada a un hospital.
Repiten Emily Perkins (Brigitte) y Katharine Isabelle (Ginger). Aunque esta vez Ginger es un producto de la imaginación de Brigitte.
De todas las cosas que suceden la clínica de rehabilitación las pajas grupales son las más raras, de lejos.
Una cosa que no acabo de comprender de esta saga es la obsesión de los hombres lobo por matar perros.
El hombre lobo que quiere aparearse con Brigitte no tiene nada que ver con la primera película, porque eso hubiera tenido demasiado sentido. Los creadores lo han confirmado.
Esta vez no vemos a la protagonista convertirse completamente en lobo en ningún momento, sólo cómo va progresivamente convirtiéndose en uno.
El final es diferente. Lo cual no tiene por qué ser bueno. Personalmente hubiera preferido una matanza indiscriminada en el hospital mientras los dos lobitos pelean, pero supongo que es demasiado pedir.
Pues hicieron otra. Aunque tengo la impresión por el título que es una precuela. Rematemos el tema.
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