Norman Robberson tiene la típica familia americana. Es un oficinista aficionado a las series policíacas y cuando unos agentes le piden que necesitan su casa para vigilar a un vecino, él acepta pero ahora tendrá que convencer a su esposa.

Es una comedia con lo cual exageran algunas cosas. Sin embargo es un gran ejemplo de una de las cosas de las que hablaba Goyo Jiménez en sus monólogos. Cómo la madre se despierta varias horas antes que los demás para preparar un megadesayuno del que apenas se comen nada.

Creo que tiene cosas innecesariamente tontas como los soniditos que hacen los muelles del colchón o el niño que se cree un vampiro. También que los policías son extremadamente torpes en los momentos más inoportunos.
En un momento dado Norman imita al protagonista de "Taxi Driver" (1976) frente al espejo.

Cuando Norman atraviesa la ventana le cambia la cara por completo. Vamos, que se ve claramente que es un doble, alguien más joven.
En fin, no es una película horrible pero en mi opinión es demasiado simple. Las películas de Chevy Chase fueron a peor a partir de los años 90 y este es un gran ejemplo de ello.
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