Hong Kong, 1978. Un hombre quema vivo a otro por una discusión, tras ello decide crear una nueva identidad. 8 años más tarde, en Macao, aparece un cadáver troceado en la playa.

Cada vez que aparece el detective Lee va con una chica diferente y siempre es alguien con un cuerpazo. Sus subordinados se dedican a babear por ella, bueno todos salvo Bo quien se enfada con ellos porque la ignoran.

Se les ve jugar al Mahjong en numerosas ocasiones.
Me encanta como el asesino logra que la policía se coma un cadáver. El tipo es una auténtica bestia, no solo mata, descuartiza y cocina a sus víctimas, en un momento dado le vemos violar salvajemente a una mujer.

Una vez capturan al asesino uno podría pensar que la historia esta cerca de terminar. Nada más lejos de la realidad. No sólo se dedican a torturarle salvajemente para que confiese sino que narra la manera tan brutal en la que mató a una familia, con bastante detalle.
Brutal, las escenas de los asesinatos están cargadas de sangre y violencia y la manera ne la que le torturan es brutal. Aparte tiene algunas escenas simpáticas.
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