También conocida como "Making Candy".
Candy es una estudiante de Michigan que busca qué hacer con su vida. Cuando su padre termina hospitalizado ella decide con su tía Lucy en California.
Realmente quería empezar por la primera secuela de ésta película que es la que puso de moda un estilo de título repetido hasta la saciedad en las películas porno de la época. Sin embargo he creído conveniente ver la primera, osea esta, por ver si tienen algún tipo de continuidad. Y porque me aburro mucho.
Protagonizada por Carol Connors (Candy), salió tambien en "Deep Throat" (1972). Creo que no la he comentado en el blog aunque la vi hace ya un tiempo. Habrá que rescatarla del olvido. Del resto de reparto destaca John Holmes (Sean), quien apareció en más de 200 películas porno incluyendo títulos como "Zodiac Killer" (1971), "Dracula Sucks" (1978) o "The Erotic Adventures of Dickman & Throbbin" (1986).
Llama también la atención el nombre de Georgina Spelvin (Tía Kraven), hizo de prostituta en "Police Academy 3: Back in Training" (1986), concretamente la que se esconde debajo del atril y le hace una mamada al Comandante Lassard.
La primera escena de sexo es bastante graciosa. Es un sueño de Candy en el que conoce a Manuel, un bailaor español que la llama "chiquita". De fondo suena la típica guitarra flamenca. La escena combina imágenes de ella fornicando con Manuel y de ella masturbándose en la cama usando un osito de peluche. Es maravilloso.
Al día siguiente descubrimos que el tal Manuel es en realidad su jardinero. Ahora todo tiene más sentido. Él no habla demasiado inglés y ella quiere enseñarle, aunque en realidad quiere trajinárselo y por ella queda con él en su habitación de noche cuando su padre está durmiendo. Por desgracia él no resulta el amante que ella esperaba y en la segunda escena se la folla al más puro estilo conejero. Resulta muy gracioso porque en esa escena subtitulan las cosas que va diciendo Manuel en español, muchas son realmente ridículas. Encima termina con el padre descubriéndoles y el se levanta y se corre. Meóme vivo.
El padre termina en el Hospital porque se golpea la cabeza tratando de cazar a Manuel. Candy va a hacerle una visita cuando descubre una habitación donde una mujer está masturbándose mientras está conectada a todo tipo de aparatos para medir sus respuestas. El médico encargada de las pruebas sobreactúa un montón en esa escena tratando de convencer sin éxito a Candy.
Candy encuentra la habitación de su padre donde se encuentran su tía Kraven y su tío Dick. Él es el hermano gemelo de su padre e intenta follarse a su sobrina pero entra una enfermera y les interrumpe, al final el tío casi se folla a la enfermera mientras el padre huye. Es una situación para morirse de risa.
Candy decide irse a California, nada más llegar conoce a Sean en un parque y... se lo folla, efectivamente. Es una escena porno llena de conversaciones graciosas.
La tía de Candy le recomienda ir a un ginecólogo cuando le cuenta que quizás esté embarazada. No se puede ser más básico para iniciar una escena porno. Ella le va contando sus pasadas experiencias sexuales mientras el doctor la penetra.
La siguiente escena es de un psiquiatra que está follándose a su tía Kraven. Sucede cuando Candy lee una carta.
Candy llega a Los Angeles y conoce a un tipo de una secta. Greg, su líder, le enseña el lugar donde está situados y llegan a una orgía. En ella vemos incluso a una pareja de hombres, lo cual me ha sorprendido bastante. Tras ello Greg se folla a Candy y al final se une a ellos uno de los que pertenece a la secta, va vestido como un monje y por eso no se le ve la cara pero al final descubrimos que era el padre de Candy. Fantástico.
Lo mejor de la película es su BSO, incluye una canción dedicada a la protagonista y todo. Pero vamos, la música que suena durante las escenas de sexo es genial, el típico ritmo funky setentero.
Ha resultado mejor de lo que anticipaba, dejando a un lado las escenas de sexo contiene muchas situaciones cómicas y una historia redonda. Como dije lo que me interesaba era la secuela que será mi siguiente entrada, aunque no sé si estará a la altura.
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