Johnny English es el único agente que queda con vida tras un atentado durante un funeral así que tendrá que hacerse cargo de encontrar las joyas de la corona de Inglaterra que acaban de ser robadas frente a sus narices. Para ello contará con la ayuda de su compañero Bough y de una agente llamada Lorna Campbell.

En su momento resultó una sorpresa pues Rowan Atkinson (Johnny English) se atrevió por primera vez con el género de espías, por su puesto en clave cómica/paródica. Y lo hizo acompañado de actores como John Malkovich (Pascal Sauvage) o Tim Pigott-Smith (Pegasus).

El origen del personaje está en una serie de anuncios de Barclaycard en los que Rowan Atkinson hacía de un espía incompetente y cobarde llamado Richard Latham junto con su ayudante Bough (interpretado por Henry Naylor).
El Aston Martin DB7 Vantage que usa el protagonista en realidad pertenece a Rowan Atkinson.

John Malkovich habla francés de forma fluída debido a que pasó 10 años trabajando en el teatro en la zona sur de Francia.
La coronación sucede de una manera demasiado abrupta. Desde la fiesta de Savage hasta la ceremonia no han pasado ni 24 horas, es absurdo. Entiendo que es para darle un ritmo mayor a la historia pero no tiene demasiado sentido. Aparte la organizan en una mañana.

La comedia es omnipresente, aunque recae principalmente en el protagonista quien se mete en todo tipo de situaciones disparatadas donde siempre queda en mal lugar a pesar de creerse un espía de alto nivel.

Tiene una escena extra durante los créditos finales en la que vemos a Bough en un hotel cuando Lorna aterriza en una piscina y aparece un hombre con el mismo aspecto que se inventó Johnny cuando intentó describir al intruso que se le escapó.
Tuvo una secuela unos cuantos años más tarde y una segunda recién estrenada que serán mis siguientes entradas.
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