Una película que dio mucho que hablar este último año.
Marco Montes es el segundo entrenador de un equipo de baloncesto. Pero en un día echa a perder su carrera, choca contra un coche de policía y termina siendo condenado a trabajos comunitarios durante tres meses. Dichos trabajos consisten en ser el entrenador de un grupo de discapacitados.
Me fastidia un poco haberla dejado de lado porque no tenía ni idea de quien la había dirigido ni nada. Y tras su notable paso por los Goya de este año me entró el gusanillo.
El director es Javier Fesser. Seguí su carrera al principio, de hecho lo primero que recuerdo suyo es "Gomaespuma", pero tras "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" (2003) le perdí un poco la pista. De sus títulos mi favorito es "El milagro de P.Tinto" (1998), el cual espero poder incorporarlo al blog eventualmente, si es que siempre tengo demasiado por ver.
La película muestra de una manera muy poco sutil los principales problemas que tiene la sociedad con los discapacitados. Para empezar la manera de llamarlos: "se ve que no está bien llamarlos subnormales", parafraseando al protagonista.
Pero bueno, eso es lo mínimo que podría esperarse. Lo más interesante, creo yo, es ver como cada uno ha encontrado su hueco en la sociedad. Cierto es que no todos los trabajos en los que están son buenos y que incluso alguno de sus jefes se aprovecha de ellos, pero incluso eso es un fiel reflejo de la realidad.
Tiene varios momentos clave. Personalmente de todos los personajes el que más me gusta es Román. Las conversaciones con Marco son las mejores de toda la película.
No recuerdo la última vez que una película me afectase en el buen sentido, pero desde luego los últimos 15 minutos de ésta lo han logrado, con creces. Genial, divertida y con un claro mensaje.
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