Pedazo póster.
Christopher S.Hawley se encuentra con una invitación a una fiesta en Halloween con el nombre "Murder Party". Así que al llegar a casa se fabrica un disfraz con una caja de cartón y allí acude. Pero al llegar descubre que es el invitado de honor, a quien matarán en la medianoche.
El estilo es puramente amateur pero se le ven maneras. A pesar de los pocos medios con los que cuentan (se rodó sin presupuesto) saben sacar partido al entorno y consiguen hacer que no se vuelva la típica película de un asesino, de hecho es lo muy diferente a lo que uno podría esperar leyendo la sinopsis.
Personalmente no me ha parecido graciosa, a pesar de que esa es su intención, pero sí muy entretenida. En especial personajes como Bill o el rapero en el metro.
Entre los disfraces que llevan los personajes principales tenemos a una Pris de "Blade Runner" (1982), sólo que con el maquillaje de color azul en vez de negro, y a un bateador de la película "The Warriors" (1979).
Lo mejor son los efectos especiales. Para empezar son todos reales, no generados por ordenador, lo cual es siempre un plus. Luego usan una cantidad considerable de sangre y las muertes son bastante variadas y casi siempre te pillan por sorpresa.
No tenía ningún tipo de idea preconcebida cuando elegí verla y ha resultado incluso interesante con un final que me ha recordado a "After Hours" (1985).
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