viernes, 22 de febrero de 2019

Los santos inocentes (1984)

Por fin podré verla.

Estamos en Zafra, en los años 60. Paco y Régula son unos campesinos que viven en un cortijo a las órdenes de don Pedro. Azarías, el hermano de ella, acaba de perder su empleo y le dejan que se quede a trabajar con ellos.

Se trata de una adaptación de la novela de Miguel Delibes, escrita en 1981.

Protagonizada por Alfredo Landa (Paco, el Bajo), su papel más destacado tras "El bosque animado" (1987). Terele Pávez (Régula), la vimos en "Las brujas de Zugarramurdi" (2013). Francisco Rabal (Azarías), de sus papeles destaca el de "Viridiana" (1961). Ágata Lys (Doña Pura), salió en "El transexual" (1977). Agustín González (Don Pedro), conocido por "Los ladrones van a la oficina". Juan Diego (Don Iván), conocido por los "Los hombres de Paco".

Paco Rabal hace de un señor mayor sin muchas luces pero con gran corazón. Tiene costumbres como por ejemplo mearse las manos cada mañana para que no se le agrieten.

Se ven casi obligados a ir a vivir al cortijo ya que la vida en el campo es muy difícil y así al menos pueden dar una educación a sus hijos. Pero nada más llegar a la hija mayor la ponen a trabajar en la casa con lo que pocos estudios va a poder hacer.

Los señoritos son, por decirlo de una manera suave, unos gilipollas a los que les suda la polla sus criados. Los tratan como si fueran ganado y encima ellos les lamen el culo.

Las escenas de caza son lo peor, la obsesión de Don Iván hace que Paco acabe con una pierna rota y encima se lo echa en cara. Y luego se carga el pájaro de Azarias porque está frustrado. Menudo pánfilo.

Lo mejor de la película son las actuaciones. Tanto Alfredo Landa como Paco Rabal parecen haber nacido para interpretar estos personajes. Casi se podría decir lo mismo de Agustín González y de Juan Diego. Resulta difícil pensar en otros a los que les quedarían tan bien.

Personalmente creo que muestra de una manera muy fidedigna cómo era la España de los cortijos y los señoritos que se creían más que los demás. Y es importante que algo así no caiga en el olvido.

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