La vida de Leroy Jones cambia tras encontrarse con un sindicalista. Primero le echan de su trabajo de recoger naranjas y le envían lejos de su familia a la ciudad donde trabaja como pintor. Un año más tarde le vuelven a enviar al campo pero como ejecutivo. El problema es que en la ciudad conoció a una chica y tuvo un hijo con ella y le prometió que no practicaría nunca más el sexo con su esposa.

Es bastante gracioso verle interpretar a sí mismo y a su padre teniendo conversaciones. Además coinciden muchas veces en pantalla pero usan a un doble para que simule el otro personaje.
Aunque la comedia es inherente en Pryor la película en sí tiene un tono más bien relajado, ni siquiera los momentos de tensión en los que atacan a los sindicalistas resultan tan intensos como a priori podrían parecer.

Pryor le pone un acento peculiar además lleva poco maquillaje, básicamente una peluca y un bigotito, y aún así resulta bastante diferente a los otros dos.

En fin, tiene algún momento graciosete pero no me ha parecido una gran comedia. Entretenida, quizás, pero lo justo para pasar el rato.
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