Hora de ir al salvaje oeste.
Fidencio Barrenillo es un boticario mexicano que tiene en posesión un territorio en Arizona que solía ser una mina de plata muy grande. Tras atravesar la frontera es atrapado por una tribu de indios y tratan de quemarlo en una hoguera, pero el jefe se encuentra mal y detiene la ceremonia a tiempo. Tras ello cura al jefe y hacen buenas migas. Seguidamente se dirige a su terreno. Al llegar al pueblo descubre a unos criminales, los denuncia al sheriff y éste le lleva hasta un pariente del boticario.
No es el único western que hizo Cantinflas (Fidencio Barrenillo). Y al ponerme con él me he acordado de "Go West" (1940) de los hermanos Marx lo cual me ha hecho pensar que tengo que volver a ver sus películas (no todas, una selección) porque creo que no hay ninguna el blog y eso no puede ser. Pero será más adelante.
Como dije en la anterior entrada Cantinflas hizo una mención del partido político mexicano PRI. Esta vez no se la quiso jugar y puso una pintada que se lee "vote por el PUP", que viene a ser el Partido Único de los Pendejos.
Podría criticarse la manera en la que retratan a los indios, pero no es excesivamente diferente a lo que hacían en otras películas western. De hecho al menos esto es una comedia y tratan de exagerarlo todo, con lo cual tiene hasta un poco de sentido.
Los actores se dividen entre los que tienen acento mexicano y los que tienen acento inglés y ambos mezclan ambos idiomas indistintamente.
Me hace gracia que nada más conocer a su prima (lejana) se dedique a ligar con ella. Y, de hecho, al final piensan casarse.
Se trata de un western puro y duro, con un toque cómico obviamente. Pero el protagonista trata de no meterse en tiroteos a no ser que sea estrictamente necesario y en dicho caso resulta ser el mejor, cosa que me recuerda un poco a "Lo chiamavano Trinità..." (1970).
Venga, dos películas más y pasamos a otra cosa.
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