La vaquilla (1985)

Pasemos a un clasicazo.

En medio de la guerra civil los dos bandos tienen un pequeño acuerdo para hacer un intercambio en el que unos pasan tabaco y los otros papel de fumar. El problema viene que se aproximan las fiestas de un pueblo cercano y los nacionales son quienes lo controlan, pretenden hacer un baile y una novillada, pero los del bando republicano planean robarles el toro.

Dirigida por Luis García Berlanga quien también fue co-guionista. Se pasó 30 años desarrollándola porque quiso mostrar la Guerra Civil española de una manera graciosa.

Un reparto bastante impresionante con nombres como Alfredo Landa (Brigada Castro), Guillermo Montesinos (Mariano), Santiago Ramos (Limeño), José Sacristán (Teniente Broseta), Carles Velat (Cura), Agustín González (Comandante Nacional), Juanjo Puigcorbé (Alférez), Antonio Gamero (Sargento Nacional 1º) y Rafael Hernández (Sargento Nacional 2º).

Me ha hecho mucha gracia la reacción de Alfredo Landa cuando le dice el teniente que uno es cura. También cuando increpa al mariquita diciéndole que Durruti tendría que haberle matado.

Me encanta que las amenazas del teniente son siempre con cortarles el pelo al cero porque es peluquero.

Anda si salen unos rusos... hablando en ruso de verdad. Eso sí me ha impresionado.

José Sacristán tenía pánico a los toros.

Me estoy meando de la risa. Es que todo les sale fatal. Entre el "torero" que dice que no quiere torear a la vaca porque está resabiada y se caga encima, que luego la cogen entre todos y no consiguen matarla y que al final tienen que salir corriendo a modo de encierro.

El marqués es de lo peorcito. Para empezar no quiere que se lo lleven al bando de los republicanos porque está su mujer, que es muy mala, pero mucho (o eso dice). Lo único que le preocupa es recuperar su terreno, dividido por la guerra. Y luego está su hermana que lo único que le preocupa es comer.

Es una auténtico desastre de misión y termina... como tiene que terminar. Pero lo más gracioso es ver a los dos bandos enfrentados y que no haya ni un solo muerto en toda la película.

Es una comedia genial, con un desarrollo de los personajes impecable y una trama de enredo muy bien planteada. Claro que tratándose de Berlanga sería lo mínimo que uno puede esperar.