“Los leones de San Pablo” son un grupo de 6 amigos que deciden unirse a Pancho Villa y su revolución. A medida que avanza la guerra van muriendo uno a uno y van perdiendo la fe.
Tras ver “Viva Zapata!” (1952) me picó el gusanillo de conocer un poco más sobre la historia de México y esta vez preferí apostar por algo hecho por ellos mismos. Lo cual no supone ninguna garantía de que sea más fiel a lo que sucedió (me asombra lo acertado que estuve cuando escribí esta frase antes de leer sobre ella).
Es considerada la primera superproducción mexicana. Lo cual tiene mucho sentido ya que fue financiada por los banqueros para dar una imagen muy negativa de lo que fue la revolución mexicana encabezada por Emiliano Zapata y Pancho Villa.
Su idea es distorsionar la realidad mostrando a un Villa inhumano, lo cual dista mucho de la realidad. Pero no sólo eso, muestra la guerra como algo honorable y glamuroso.
Lo primero que quiero destacar es que el título en pantalla pone “!Vámonos con Pancho Villa!” con las dos exclamaciones iguales. Me he percatado de que en los carteles no quisieron jugársela y pusieron el texto sin ellas.
El juego de los 13 es para mearse. En esencia es una ruleta rusa planteada porque hay 13 sentados en una misma mesa de un bar, lo cual quiere decir que uno de ellos va a morir esa noche, así que ¿qué mejor que asegurarse?.
Los productores obligaron al director a cambiar el final original en el que Pancho Villa asesinaba a Tiburcio Maya y obligaba a su hijo a unirse a la revolución. En el que dejaron Tiburcio decide abandonar a Pancho Villa, osea le da la espalda a la susodicha revolución.
Es una película bastante dura donde los soldados son tratados como algo prescindible y que sólo sirven para alcanzar un fin, no como personas. A pesar de todo me ha gustado, aunque no cuente nada en concreto, sólo vemos algunas batallas sueltas sin explicar demasiado qué está sucediendo.
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