Las lluvias de Octubre azotan el castillo Vogelöd. Es la época de caza y allí aguardan varios invitados cuando de repente llega el Conde Oetsch, de quien se sospecha que asesinó a su hermano. El problema es que la viuda está a punto de llegar también.
Dirigida por F.W.Murnau. Hace ya mucho desde la última película que vi suya. De hecho fue “Sunrise: A Song of Two Humans“ (1927). Aún hay algunos títulos más que me interesan de su filmografía, pero esos serán para más adelante.
Hay varias versiones, la más conocida dura 75 minutos. La que poseo yo, en cambio, dura 81. Se trata de la versión restaurada en el año 2002 (a partir de una copia del archivo de cine de Berlín y de otra de la cinemateca de Sao Paulo). En el 2013 fue la que usaron para digitalizarla en calidad 2k.
Está basada en la historia homónima de Rudolf Stratz publicada en el “Berliner Illustrierten Zeitung”. Como primera curiosidad el último capítulo fue publicado después del estreno de la película porque se dieron mucha prisa en rodarla.
Lo primero que me llama la atención es lo completos que están los créditos de inicio. Incluso aparece el reparto entero.
La historia está dividida en cinco actos. El primero sería la llegada de los dos personajes principales. El segundo cuando sale el sol y se relajan un poco las cosas, pero luego vuelve la lluvia. En el tercero vemos varios flashbacks cuando la Baronesa narra qué sucedió con su marido. El cuarto es la desaparición del padre. Y el quinto la revelación de qué sucedió en el pasado y el giro final.
Como suele ser habitual en el cine de Murnau (y en muchas películas mudas de la época) hace uso de diferentes tintes para las escenas según sean de día, de noche, exteriores o interiores. Además hay dos tonos diferentes de naranja (casi amarillo) según muestre un plano cercano o algo más alejado.
La mejor parte es la de la pesadilla. Un ser misterioso aparece frente a una ventana, la abre y su enorme mano se lleva a uno de los invitados cuando duerme.
Bueno, me ha dejado realmente impresionado. Ya no es sólo la historia (de la que no voy a revelar ningún detalle, por si queréis verla) es que visualmente tiene algunos momentos impresionantes. El expresionismo alemán está presente en sus elementos más comunes como son el uso de las luces y las sombras.
Por supuesto, la recomiendo. Aunque dudo mucho que haya una película mala de F.W.Murnau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario