También conocida como "Mako".
Tras no ganar un premio una directora de documentales llamada Rana Gharat decide volver a su país al día siguiente para ponerse a trabajar en su próximo proyecto. Gharam es la última en incorporarse a su equipo y es precisamente ella quien le propone una idea que le gusta, sobre el misterio de un barco hundido en el que murieron más de 100 personas y que esconde un misterioso secreto.
He de decir que a veces encontrar películas sobre tiburones es una tarea ardua y realmente complicada pero eventualmente resulta satisfactoria. Especialmente cuando doy con títulos de países que jamás imaginé que harían algo así. Es el caso que nos ocupa, una película de Egipto. Dicho lo cual, ¿me genera alguna expectativa? ni lo más mínimo, lo más probable es que sea un producto horrible y cutre, pero bueno, aquí hemos venido a jugar.
La película arranca con una entrega de premios, los GDAF, en la que se equivocan al dar un premio. Pero lo realmente raro es que se lo dan por equivocación a una mujer y en realidad el ganador es su esposo. Cosa que, por algún motivo, no le sienta nada bien a ella.
Desde el arranque de la película vemos escenas de un barco que se dedica a la pesca de tiburones. Sin embargo hasta pasado el cuarto de hora no aparece el primero. Son varios, de tamaño relativamente pequeño. Cuando consiguen capturar un tiburón uno de los tripulantes cae al aguay y casi le muerde otro de los animales, es la escena más tensa hasta ese momento. Y no sucede nada.
El marido es bastante gilipollas, se dedica a putear a la esposa. Y el encargado de las finanzas también. Qué ostia tienen los dos.
Y Gharam es demasiado calculadora, está claro que todo lo hace por algún interés que no quiere mostrar a los demás. El problema es que o no quieren darse cuenta o les da igual.
En general parecen apuntarse demasiado rápido a la idea de ir a grabar un documental en un barco hundido, a base de bucear para poder sacar el material. No tienen pinta de ser buceadores expertos ni nada y aún así todos deciden ir. Lo más lógico, en mi opinión, hubiera sido contratar a algunos profesionales y tratar de dirigirlos desde fuera. Al fin y al cabo estamos hablando de grabar unos vídeos.
Buf, en un momento dado uno se pone a cantar "Baby shark". No hay tiburones ni nada, sólo se pone a cantar porque sí.
De repente aparece un tiburón enorme y se come a uno de los buceadores. Me estaba durmiendo después de 45 minutos. De hecho ya empezaba a pensar que se habían olvidado del título de la película. Tras su aparición estelar le vemos nadando alrededor del barco hundido, donde se esconden el resto de buceadores y eventualmente intenta atacar a alguno de ellos.
Como se ve que lo del tiburón no es suficiente agregan drama por dos partes, la tipa que de repente vuelve a estar enamorada de su marido, quien tiene una pierna atrapada y va a morir sí o sí y un tipo del barco que no quiere que pidan ayuda porque se ve que están haciendo algo ilegal.
Y de repente todo era mentira, resulta que la protagonista tenía delirios. Me recuerda al final de "Los Serrano". Uno podría pensar que eso sería un final genial para una película, o al menos uno definitivo, pero qué va, a partir de ese punto ella empieza a tener visiones sobre lo que sucedió en el barco cuando se hundió.
Bueno, lo del tiburón es verdad. Cuesta un poco seguir la trama.
Y a Gharam lo que le pasaba es que estuvo en el barco cuando era pequeña, fue una de las supervivientes, por eso tenía tanto interés en volver. Se la come el tiburón.
Veamos, en el apartado positivo tenemos que los efectos especiales están bastante bien y que el tiburón da bastante el pego. Pero me hubiera gustado un poco más de actividad por su parte, incluso desperdician la oportunidad de cargarse al cabrón del barco arrojándolo al agua para que se lo coma el animalico, eso hubiera sido un puntazo. Por lo demás una película mediocre, aunque como suelo decir eso la sitúa como una de las mejores en la temática de tiburones. Así de triste es la cosa.
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