Un grupo de personas terminan en una mansión aparentemente deshabitada. Lo cierto es que quienes moran allí tienen intención de matarles. Como no tienen nada mejor que hacer se ponen a jugar con una Ouija.
Empezó siendo una película titulada “Twisted Souls” con Thomas Doran y Brendan Faulkner como directores. Luego tomó dicho rol Genie Joseph para completarla. La razón es que hubieron diferencias creativas cuando la estaban editando y decidieron cortar un montón de escenas y grabar algunas nuevas con otros actores.
Lo primero que sorprende es la cantidad de gente. Son 8 los que llegan, más los cuatro habitantes y el niño del principio. Es más de lo que nos tienen acostumbrados en este tipo de películas. También aparecen numerosos resucitados, aunque con intervenciones más bien pequeñas.
Se notan bastante las escenas agregadas, por ejemplo hay una pequeña subtrama de un niño llamado Billy que ha escapado de su casa el día de su 13º cumpleaños, pero termina muy pronto. O los habitantes de la casa, sin ellos quedaría una película de terror de una casa encantada regular tirando a decente.
Lo mejor, de largo, los efectos especiales. La variedad de no los diseños de los no muertos es fascinante.
Es una película en la que no tenía demasiada fe a priori al leer lo de que agregaron escenas extra y demás pero que están bastante bien encajadas y que ha resultado interesante al final.
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