El título se traduce como “El infierno embotellado”.
Tras la muerte de su padre Shinji y Megumi regresan a la antigua casa de la familia situada en una isla aislada. Shinji además se ha traído a su novia Ayako. Una noche Megumi les descubre practicando el sexo y luego tiene una fantasía donde practica el sexo con Shinji, y esa vez es él quien la descubre diciendo su nombre cuando tiene un orgasmo.
Basada en la novela de 1928 homónima de Kyusaku Yumeno.
Aunque por lo que he podido comprobar a mediados de los 80 surgieron varios títulos de una temática erótica casi pornográfica, este sería uno de ellos.
Incluye bastantes escenas en las que aparecen ambas chicas desnudas o semidesnudas, pero siempre procuran no enseñar más de la cuenta. También vemos varias veces primeros planos de las bragas de ambas chicas cuando están excitadas.
Entraría en la categoría de erótica. Aunque como suele suceder con las películas japonesas siempre hay un toque pervertido que lo lleva un pelín más allá de lo que podría considerarse como normal o natural. Más concretamente hablo del incesto.
A Megumi le gusta usar una botella vacía que se encontró en su habitación para masturbarse. Al principio pensé que tendría que ver con el título, pero qué va, en la parte final aparece una jarra gigantesca de cristal donde meten a una de las chicas.
Definitivamente algo que no había visto nunca en una película “normal” es a alguien teniendo diarrea… realmente (se ve el chorro salir). A la tal Megumi le pega un apretón, se mete en el agua del mar y pega una giñada en pelota picada. Y bien pensado es una manera muy limpia de hacerlo, o que al menos te ahorra mucho tiempo.
Después de eso lo del incesto ya no lo veo tan mal.
En un momento dado Megumi decide saltar al agua y el hermano salta para rescatarla cuando de repente aparece la aleta de un tiburón que se dirige hacia ellos. No es una mala escena, pero sólo vemos la aleta del animal y sin fijarme demasiado se nota que es falsa.
Diría que otra cosa que no había visto nunca es una chica a la que se le corren en la barriga y coge el semen con ambas manos y lo empuja hacia dentro de su vagina.
Mira que he visto cosas raras y aún así los japoneses consiguen sorprenderme con un título de 1986. A estas alturas ya no sé qué pensar.
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