Un hombre descubre la tumba de Dracula y al abrirla en su interior encuentra un perro con una estaca y no se le ocurre otra cosa mejor que quitársela devolviéndole a la vida.
Destaca la aparición de José Ferrer (Inspector Branco). Salió en títulos como “Dune” (1984), “The Caine Mutiny” (1954) o “Bloody Birthday” (1981).
La raza de Zoltan es doberman. Sus mordiscos convierten en vampiros tanto a humanos como a perros, lo cual le da un plus de originalidad. Dicho lo cual, uno de los primeros que convierte es un perrito de apenas unas semanas, no creo haber visto un animal vampiro más adorable en mi vida.
Igor Dracula es el que regresa a la vida tras su muerte en 1927. En realidad es un sirviente del Conde, quien solo aparece en flashbacks. También se ven las tumbas de un tal Mikhail Drakula y de una Condesa Dracula y posteriormente sacan bastantes ataúdes, pero no los identifican.
No sé hasta qué punto es interesante que un perro vaya con Dracula en sus viajes nocturnos si no para de ladrar. La gracia del vampiro es que es sigiloso y el perro no deja de ladrar.
Como todo el mundo sabe a los vampiros les encanta hacerse fotos. Especialmente a los que vivían a principios del siglo XX. Lo digo porque la foto tiene una calidad excepcional para la época en que fue hecha, además de estar perfectamente conservada a pesar de estar en una caja abierta en un garaje.
El tal Igor pone siempre la misma cara. Como tiene los labios tan arrugados parece que esté comiendo un limón en todas las escenas. Terror más bien provoca poco, risa en cambio, bastante.
A pesar de la poca calidad me ha gustado mucho lo de que el perro protagonista esté tan bien entrenado, es una pasada verle morder suavemente, por ejemplo, el cuello otro perro.
El coche que lleva el inspector Branco es un Oldsmobile Cutlass S de 1968 de color negro. Le hubiera pegado mucho más a Igor que el que lleva, un Ford LTD de una funeraria, creo yo.
Es una película irregular. Las partes más interesantes son las del perro en acción, las cuales son abundantes, pero la historia en sí es demasiado simple y hay personajes que están como si no.
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