Jake Hoyt es un policía novato asignado a trabajar con Alonzo en la sección de narcóticos. Allí pronto aprenderá que las reglas policiales son muy diferentes a la hora de atrapar traficantes.

Un reparto encabezado por Denzel Washington (Alonzo) y Ethan Hawke (Jake Hoyt) con gente como Scott Glenn (Roger), Tom Berenger (Stan Gursky), Cliff Curtis (Smiley), Dr. Dre (Paul), Snoop Dogg (Blue), Eva Mendes (Sara) y Raymond Cruz (Sniper). No está nada mal.
De hecho la cosa va a mejor, me he percatado de que algunos de los que aparecen de pasada son también conocidos como Terry Crews, Noel Gugliemi, George Meyers o Peter Greene (algunos ni siquiera aparecen en los créditos).

Entre las escenas cortadas tenemos una en la que Smiley le cuenta a Hoyt que Alonzo le había ordenado quemarlo vivo frente a su esposa e hija. También otra donde veíamos que Alonzo no siempre había sido corrupto.
Lo más interesante creo que es que pese a jugar con elementos repetidos hasta la saciedad consigue engancharte.

En el final original Alonzo se salía con la suya. Más concretamente incriminaba a Hoyt y luego se suicidaba. Fue idea de Denzel que recibiese su justo castigo.
Es una película que en su día me marcó bastante, no sabría decir muy bien la razón porque de policías corruptos he visto un montón. Igual es por la manera en la que a la mínima Alonzo trata de matar a su compañero obligándole a cometer todo tipo de crímenes y dejándolo vendido en cuanto no consigue convencerle de sus métodos.
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