Aquí la titulamos "La maldición (The Grudge)".
Los Landers son una familia que fue asesinada en el año 2004 en su casa en Pennsylvania. Dos años más tarde una detective se traslada a vivir allí y lo primero que hace es ver un cadáver que parece estar conectado con la casa de los Landers. La cudiosidad hace que vaya a la casa a ver qué sucede y se encuentra con una mujer que se ha cortado los dedos y un cadáver putrefacto.
Veamos, ¿qué es esto concretamente?. Aunque parezca increíble se trata de la 13ª película de esta serie y no es una secuela. De hecho es un remake, puesto que la original sigue siendo la japonesa, pero también es un reboot, porque ya tuvimos la estadounidense "The Grudge" (2004).
Según su director, Nicolas Pesce, la acción tiene cabo paralelamente con las dos primeras partes del remake. En cualquier caso es la primera película de este caos hecha en EEUU en la que no interviene la mano del creador Takashi Shimizu.
Uno de los productores es Sam Raimi. No sé qué pensar al respecto. Me refiero a que ello no es indicativo de que vaya a ser una buena o mala película.
Del reparto destaca Demián Bichir (Goodman) a quien vimos en títulos como "The Hateful Eight" (2015) y "The Nun" (2018) y que próximamente saldrá en "Godzilla vs. Kong" (2020). Y John Cho (Peter Spencer), conocido por "Harold & Kumar Go to White Castle" (2004) y "Star Trek" (2009).
Lleva desarrollándose desde el 2011 cuando fue planteada como un reboot, ignorando por completo "The Grudge 3" (2009). Sin embargo hasta el 2017 no encontraron al director que sería el definitivo.
Kayako aparece nada más empezar la película durante unos segundos. Es casi un cameo.
El director afirma que era fan de la saga antes de que hicieran la versión estadounidense. Y le creo por el simple hecho de incluir la explicación de qué es la "maldición" nada más empezar con un texto similar al de la japonesa original.
Otro detalle en ese sentido es que el número de la casa de los Landers es 44. Una de las primeras cosas que se hizo sobre esta serie de películas es un corto titulado "4444444444" que formaba parte de la antología "Gakkô no kaidan G" (1998).
Cuando uno de los fantasmas le mete la cabeza dentro del agua, al soltarla ella se lo toma como si fuera lo más normal del mundo. Se gira, mira a ver si hay alguien y ya. Me parece una reacción poco realista.
Una de las cosas que no explican (diría que en ninguna película) es por qué a algunos los matan bastante rápido una vez entran en la casa maldita y a otros les dejan vivir años. En esta película en concreto es uno de los detectives quien sigue vivo aunque ingresado en un hospital psiquiátrico.
La historia no es lineal, aunque tampoco es difícil de seguir porque básicamente usan los flashbacks para ir rellenando los huecos de la historia a medida que da con ellos la protagonista. Por otra parte me parece bastante estúpido que repitan algunas imágenes que acabamos de ver hace unos pocos minutos.
Diría que es la primera vez que usan el término "Ju-on" en una de las películas estadounidenses.
Las apariciones fantasmales se parecen bastante a las de las películas japonesas, aunque con una frecuencia mucho más alta y echando mano de algunos efectos modernos para hacer que se muevan más rápidamente, por ejemplo.
Hay varias cosas que no cuadran. Por ejemplo cuando encuentran el cuerpo en el bosque inmediatamente lo conectan con la casa. O que la señora Matheson tenga aún frescas las heridas de los dedos cuando la encuentra la detective (bueno, "frescas").
La protagonista tiene un hijo. Lo digo porque hasta la parte final prácticamente se olvidan de él.
En fin, a estas alturas ya me espero cualquier cosa. Puede que hagan más películas, puede que no. Lo que es seguro es que seguirán sin tener sentido alguno.
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