Aquí la titulamos "El último", también conocida como "The last laugh".
El director del Hotel Atlantic ve a su portero bebiendo en un momento de receso y decide reducir su cargo al encargado del baño, cosa que a él le sienta fatal pues estaba muy ilusionado en su puesto de trabajo. Esa misma noche el ex-portero se cuela en el despacho del director y roba el uniforme para poder hacer el paripé delante de sus vecinos.
Dirigida por F.W.Murnau, el autor de "Sunrise: A Song of Two Humans" (1927), "Faust: Eine deutsche Volkssage" (1926) y "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" (1922), entre otras.
Tuvo un remake de idéntico título en 1955. Como curiosidad he de decir que antes de ver la versión que poseo creía que se trataba del remake, ha sido inesperado.
Se trata de la primera película que uso una cámara "dolly", osea que era capaz de moverse mientras rueda. Para ello usaron un carrito de bebé y una especie de raíl por el que se desplazaba.
La necesidad de crear dicha cámara surgió de una escena en la que querían seguir los movimientos de Emil Jannings (portero de hotel) cuando iba por el hotel centrándose en su cara. Aunque hacen uso de ella en más de una ocasión.
Es realmente peculiar esta película pues no tiene ni un sólo texto de diálogo. Los únicos que vemos son la carta que lee el protagonista cuando le cambian el puesto de trabajo y el que introduce el epílogo Eso hace que no sepamos los nombres de los personajes.
Por una parte comprendo la postura del director del hotel pues ha visto a uno de sus empleados (aparentemente) holgazaneando. Pero por otra creo que no tiene empatía pues se trata de un señor mayor que está descansando un momento tras haber cargado una maleta pesada. Aparte que da la impresión de sea el principal motivo de su decisión, lo cual me parece bastante exagerado teniendo en cuenta lo bien que hace su trabajo (de nuevo basándome en lo poco que llegamos a ver).
Entre las chismosas de sus vecinas riéndose de él y su familia prácticamente repudiándole el asco que siento es bastante intenso.
El final original era trágico. Tanto F.W.Murnau como el guionista Carl Mayer se sintieron ofendidos cuando los ejecutivos de la UFA les obligaron a cambiarlo y por ello remataron la historia de una manera cínica.
El tono de la película es dramático, mucho, con lo cual el final trágico hubiera quedado más acorde con las circunstancias. De hecho durante todo el tiempo no podía dejar de pensar cómo se suicidaría el protagonista.
También es cierto que el epílogo refleja el hecho de que cuando es bueno lo sigue siendo a pesar de las circunstancias. El protagonista en este caso trata con cordialidad y simpatía a aquellos que ahora trabajan para él, como son los camareros, porteros, botones y demás, de hecho su mejor amigo es el guardia de noche que le ayudó en un momento dado. Está en contraposición al director del hotel o el nuevo portero, por ejemplo.
Es una película muy interesante, me ha gustado mucho. Especialmente el hecho de que sin un sólo diálogo se entiende todo perfectamente. Eso precisamente es lo que me hace plantearme no ver el remake.
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