martes, 28 de abril de 2020

Plácido (1961)

Una española, que no se diga.

Plácido Alonso tiene un motocarro y no le alcanza para pagar la letra así que pide un adelanto para que no se lo embarguen. Pero antes tendrá que realizar un trabajo, lo cual hará que llegue tarde al pago.

Originalmente iba a ser titulada "Siente a un pobre en su mesa" pero la censura no se lo permitió. Lo cual es realmente peculiar porque era el lema de una campaña del gobierno (recuerdo algo sobre el tema, creo que porque lo leí en algún cómic de la época).

Efectivamente la campaña funcionaba, pero no de la manera más correcta. Por ejemplo los ricos se comían las pechugas de los pollos y los pobres las alitas. Y en realidad estaba todo pensado para tranquilizar las conciencias de los burgueses, no para ayudar al prójimo desinteresadamente.

Dirigida por Luís García Berlanga. Ya gozaba de gran popularidad en aquel momento pues había hecho "Bienvenido Mister Marshall" (1953). Posteriormente hizo "El verdugo" (1963) y la trilogía de "La escopeta nacional" (1978) la cual tengo pendiente de volver a ver.

En el reparto tenemos a Cassen (Plácido Alonso), un cómico catalán a quien yo conocí en sus papeles en series de la TV3 como "De professió: A.P.I.". José Luis López Vázquez (Gabino Quintanilla), un incombustible que salía en todas partes en los años 60. Manuel Alexandre (Julián Alonso), conocido por "Los ladrones van a la oficina". Agustín González (Álvaro Gil), también de la misma serie. Luis Ciges (pobre en casa de Helguera), conocido por "El milagro de P.Tinto" (1998). Y Antonio Ferrandis (Ramiro), conocido por "Verano Azul".

Fue el debut de Cassen en el cine, aunque se había labrado una carrear como humorista nunca había interpretado un personaje frente a una cámara. La acogida de la crítica en su momento fue bastante buena.

El dueño del banco al principio es irritante, incapaz de interceder por un señor que anda apurado a la hora de pagar un dichoso recibo. Y de hecho le trata como si ni existiese.

La escena en la que una multitud va a esperar a un tren me ha recordado tanto a "Bienvenido Mister Marshall" (1953) como a "L'arrivée d'un train a La Ciotat" (1896).

Es una crítica sin tapujos a como incluso en Navidad los ricos se lavan las manos y quedan bien y los pobres acaban muertos de hambre, enfermos y malcenando.

Desde luego resulta muy interesante ya que tengo la impresión de que muchas de las cosas que suceden podrían pasar perfectamente hoy en día.

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