Viktor Navorski llega al aeropuerto de Los Angeles y no le permiten la entrada a Estados Unidos ni puede regresar a su país porque hubo un golpe de estado. Así que se tendrá que adaptar a vivir en la terminal del aeropuerto JFK.

Buena parte de la culpa la tiene Steven Spielberg, quien la dirigió y produjo. Tras el fiasco de "War of the Worlds" (2005) he procurado evitar sus películas, aunque he acabado por ver algunas de ellas como "Munich" (2005), que no está nada mal, o "Ready Player One" (2018) que sigo sin verle nada especial.

Es una historia real que conocía aunque tiene bastantes diferencias. Para empezar el protagonista fue iraní, de nombre Merhan Nasseri, ocurrió en 1988 en el aeropuerto Charles de Gaulle de París y lo que le ocurrió es que reportaron que su pasaporte era robado. Aunque se solucionó el problema eventualmente, permaneció viviendo allí hasta el año 2006 de manera voluntaria, aunque tuvieron que sacarle porque cayó enfermo.


Una de las cosas que más me llama la atención en sus primeros minutos es como insisten en hablarle en inglés cuando está claro que el tipo no lo entiende. Lo que le están diciendo es muy grave y él debería saberlo sin embargo prefieren desentenderse completamente y dejarle suelto por la terminal, en plan que se apañe.

No me ha parecido una gran película de Tom Hanks ni de Catherine Zeta-Jones. El de él me ha parecido un personaje bastante vacío que incluso cuando se convierte en el "héroe del pueblo" sigue siendo un tipo sin altibajos. Ella parece no tener sangre en las venas, qué poco carácter.
Detalles como por ejemplo la escena en la que va en batín por la terminal apenas son explotadas o, que cada vez que intenta comer galletas con ketchup y mostaza algo se lo impide, porque sí, hace que la poca comedia que aporta Hanks quede relevada a un segundo plano y eso le hace un flaco favor.
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