Aquí la titulamos "El continente perdido".
Un barco que se dirige a Caracas es sorprendido por el huracán Wendy y por decisión de los pasajeros deciden no cambiar su rumbo. Mientras tanto los tripulantes descubren que están transportando un material que explota al contacto con el agua y se lo comunican al segundo de a bordo, quien no tenía ni idea y cada vez está más confundido. Pero el capitán le explica que es su último viaje y que los pasajeros pagaron el triple por el pasaje así que tendrán sus razones para ir en un barco como ese.
Basada en la novela "Uncharted Seas" de Dennis Wheatley publicada en 1938. Se ve que era incapaz de recordarla. En una de las primeras escenas vemos a uno de los personajes leyéndola.
El productor Michael Carreras despidió al director Leslie Norman y se puso él mismo. Pero cuando el presupuesto se disparó y el tiempo de grabación se extendió su padre, el jefe de la Hammer Films James Carreras, dio por finalizada la producción.
Me encanta como se van acumulando los problemas tanto en el barco como entre los pasajeros.
Eventualmente descubrimos que el barco ha partido de Freetown, en Sierra Leona. Hasta ese momento sólo sabíamos que su procedencia era africana.
Una cosa que no falta en las películas de la Hammer son las muertes inesperadas y los cadáveres con sangre. Esta no decepciona en ese sentido.
En realidad la historia podría haber sido muy simple, la típica de un grupo de pasajeros obligados a abandonar un barco apunto de hundirse que tiene que sobrevivir en altar mar, pero le van agregando tantos matices que me da la impresión que tenían en mente una historia y luego decidieron cambiarla por otra, y luego por otra... y así. Entiendo que eso es por el cambio de director.
El tiburón hace su aparición a los 45 minutos. Vemos una aleta sobre la superficie y a un hombre siendo atacado por él, pero poco más. Es bastante decepcionante, la verdad, ni siquiera se molestan en mostrar uno real bajo el agua.
Una vez vuelven al barco dicen que están en el mar de los Sargazos, lo cual les sitúa cerca del triángulo de las Bermudas. Eso unido al hecho de que el barman está esperándoles como si nada lo hace de lo más misterioso.
Cuando por fin llegan a la isla (o mejor dicho al continente que menciona el título) me ha recordado a la película "Matango" (1963).
En todo caso la "sociedad" que vive en ella está condenada desde el momento en que envían hombres para capturar a los nuevos y mueren casi todos, pero encima los pocos que regresan son sacrificados por fallar en su misión.
La estupidez más grande que cometen es no empezar por pegarle un tiro al tipo que está claramente al mando de los de la isla (el inquisidor). Y vamos, que lo de quemar las plantas con el cargamento explosivo me pareció lo más lógico desde un primer momento, tardan demasiado en darse cuenta.
En fin, como dije el tema tiburones es mínimo y casi ignorable. La historia en sí parece que fue hecha sobre la marcha y eso hace que algunos personajes apenas tengan desarrollo y de repente pasen a ser importantes y viceversa.
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