También conocida como "Let's Kill Uncle, Before Uncle Kills Us".
Dos niños llegan a una isla. La pequeña Chrissie se va a vivir con su tía y Barnaby Harrison se va con su tío quien era una espía y ahora tiene la intención de matarle para quedarse con la fortuna que acaba de heredar tras la muerte de su padre en un accidente de coche. Desde entonces empezarán una serie de intentos de asesinato entre el tío y el sobrino.
El director William Castle hace un cameo como el hombre que conduce el coche en la escena de inicio. Es el mismo que dirigió "House on Haunted Hill" (1959), "The Tingler" (1959), "13 Ghosts" (1960), "Mr. Sardonicus" (1961)... por decir algunas.
Los tiburones aparecen bien pronto esta vez, a los 5 minutos. Están nadando revoltosos frente al barco que lleva a los niños. Son un montón y de un tamaño considerable, aparte que son reales y parece que estén comiendo algo. Aún así es una escena breve.
Tiene escenas un tanto peculiares como la de la niña que interrumpe una conversación diciendo "¿quieres un plátano?" y de repente vemos que lleva dos escondidos en la espalda.
En el hotel hay una piscina con un tiburón solitario. La vemos bien pronto cuando Chrissie se cae en ella pero la rescatan a tiempo. Luego reaparece en la parte final. La aleta no se corresponde con el tiburón real que vemos, pero bueno tampoco se le puede pedir más a un título de bajo presupuesto.
El tío le comunica a Barnaby sus intenciones de asesinarle sin tapujos. También que en su casa está seguro porque nadie se creería que murió por accidente allí. Todo ello tras intentar matarle mediante hipnotismo.
El planteamiento es un tanto simple y el hecho de que el tío y el sobrino pasen tiempo juntos hace que la situación resulte un tanto cómica, y creo que esa es la intención con esta película. Aunque por el título se puede intuir.
En cuanto al tema tiburones está bien, forman parte de la trama en cierta manera aunque no veamos una interacción directa con los protagonistas.
Está bien, es una película entretenida aunque he de decir que las escenas de las discusiones de los críos me han resultado un tanto irritantes.
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