Rematemos el tema.
Durante miles de años corre la leyenda de un monstruo marítimo llamado "el demonio negro" que sólo aparece si se le invoca. Una familia va a México a pasar un fin de semana. Pero una vez allí el padre recibe un aviso que debe ir a la plataforma petrolífera de la empresa para la que trabaja. Seguidamente su esposa e hijos son atacados por los pueblerinos y cogen otra barca hacia la plataforma. Pero al llegar allí aparece un tiburón gigantesco y se quedan atrapados.
La primera entrada sobre una película de la República Dominicana. Técnicamente es una coproducción, aunque fue rodada allí.
No existe ninguna prueba científica que corrobore la existencia del "demonio negro" sin embargo es una historia que ha sido transmitida de generación en generación. Según ella han muerto miles de pescadores al encontrársela y sus cuerpos nunca fueron recuperados. También se la considera la asesina de cientos de ballenas que han sido encontradas a lo largo del océano Pacífico. Y algunos han dicho haberla visto en el golfo de California.
La bienvenida de los gringos a México está a la altura de lo que uno podría esperar. También es cierto que al trabajar para la empresa petrolera que está muy mal vista en la zona no sorprende a nadie. Y bueno, que son gringos, hay que odiarlos.
Al menos se dejan de tonterías con el tiburón, los que quedan vivos en la plataforma conocen su existencia e incluso saben cómo distraerle, aunque sea brevemente.
El tamaño del tiburón es inmenso, es un megalodón sin duda alguna. Según he leído es de unos 18 metros de largo. Y eso la convierte en una de las películas sobre megalodones de este año, junto con "Meg 2: The Trench" (2023) y "Megalodon: The Frenzy" (2023). Probablemente haya alguna más, esas son las primeras que me han venido a la mente.
En aras de alargar un poco el argumento, aparte del hecho de que tampoco hay tanta gente para matar, nos cuentan con todo detalle el origen del demonio. En resumen es la forma de venganza que ha adoptado el dios azteca Tlaloc. Que tampoco es tan importante porque la única solución es o bien matar al animal o "realizar el sacrificio final", sea lo que sea eso.
Y tampoco pasaría nada si fuera una invención local o una leyenda de no ser porque se la creen todos menos el padre.
En todo caso soy muy fan de Toro, el perrito. Y las mejores escenas, en mi opinión, son las que aparecen cuerpos desmembrados flotando en el agua y me ha gustado mucho particularmente la del ojo.
La película es más o menos lo que uno podría esperar hasta el momento en el que empieza a mostrar imágenes aleatorias de desastres naturales y como el padre resulta ser el principal responsable de todo lo ocurrido en la base petrolífera.
Con esto doy por concluido el especial de tiburones de este año. Tenía en mente agregar alguno de los títulos que acaban de estrenarse pero lo cierto es que ha sido demasiado largo esta vez y prefiero esperar a verlos con una calidad decente. Os puedo adelantar que ya he acumulado unos 40 títulos contando cortometrajes y animación. Estoy segurísimo de que os sorprenderán varios, pero eso será el año que viene.
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