Sigamos.
Estamos en Amityville, Nueva York. Los miembros de una familia deciden parar los golpes de martillo del marido con sus cabezas hasta morir. Tras un tiempo Charles, el padre, está a punto de ser ejecutado y decide hablar con un cura a quien confiesa que en realidad no es malvado, que algo le poseyó.
Os adelanto que está dirigida por Mark Polonia, osea uno de los hermanos Polonia responsables de títulos como "Cocaine Shark" (2023), "Sharkula" (2022) y "Noah's Shark" (2021), entre muchas otras. También hicieron "Amityville in Space" (2022), la cual no voy a ver ahora, pero quizás más adelante haga otro recorrido de títulos de Amityville.
Y protagonizada por Jeff Kirkendall (Padre Benna), un habitual de las películas de los Polonia.
La película está salpicada con imágenes "perturbadoras" que aparecen de repente. Podrían compararse con gifs animados cutres. Creo que la idea es que indican que hay "algo" malvado en el ambiente y no para hacer reír al espectador, a pesar de que logren ese efecto de lo mal que están hechos.
También hay una serie de "apariciones" por parte de un señor vestido de rojo que no sé muy bien si me recuerda a un guardia del Emperador o al trío de la Inquisición española del segmento de los Monty Python. Casi me quedo con esta última porque es ridículo de verdad.
El segundo padre que aparece es un borracho. No es nada raro en realidad, el problema está en que las botellas de alcohol que consume (que no son pocas) están todas rellenas del mismo líquido transparente. Si fuera ginebra o vodka no sería notable pero es que entre otros bebe whisky Jameson, bourbon Jack Daniel's y Jägermeister, que transparentes precisamente no son.
También hay muñecos que cobran vida, porque están poseídos. Es como "Toy Story" (1995) pero en demoníaco. Su aparición es puntual y tampoco da mucho de sí.
Buf, los sonidos de la poseída cuando están exorcizando la casa son penosos. Tampoco os voy a engañar, nada de esta película merece la pena. Es aburrida, con diálogos insustanciales y una edición y un uso de los sonidos que da vergüenza ajena.
Claro que es un poco lo que me esperaba al ver el nombre de los hermanos Polonia en los créditos iniciales. He visto ya unos cuantos de sus títulos (todas las de tiburones, que no son pocas) y no han hecho una sola película ni siquiera mínimamente decente. Ni la harán, porque en esencia se dedican a poner títulos muy llamativos, a veces acompañados por carteles graciosos, pero que siempre son malísimos. Al menos yo estoy ya curado de espanto.
También es cierto que de todas las que llevo de Amityville en esta selección no se salva ni una. Por cierto, sí tiene conexión con la casa de Amityville, se ve que uno de los que trabajaron en ella haciendo reparaciones se llevó algunas tablas y clavos (o yo qué sé, tampoco prestaba demasiada atención, la verdad) y las usó en la otra cosa donde hacen el segundo exorcismo y tal.
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