Whisky y vodka (1965)

Una española.

En la ciudad de Chamonix, las dos hijas de los embajadores de las potencias del momento, Estados Unidos y la URSS se conocen. Como tienen un gran parecido físico, esto produce que durante un enredo se intercambien, todo sumado al secuestro de uno de los embajadores, producirá una crisis política mundial.

Así a bote pronto por el argumento diría que se parece a la de "Como dos gotas de agua" (1963). Y eso es un problema, porque buena parte de la trama está basada en la confusión de gemelas.

Dirigida por Fernando Palacios, fue su penúltima película. Destaca también el nombre de Mariano Ozores como co-guionista

Protagonizada por las gemelas Pilar Bayona (Ilinka Gorin) y Emilia Bayona (Millie O'Connor). Fue su tercera película juntas.

Del resto del reparto destacan los nombres de Alfredo Landa (Cosme), Juanjo Menéndez (Clayton), Rafael Alonso (Andrei Andreievich), Xan das Bolas (Pintor) y Álvaro de Luna.

Una película de soviéticos contra estadounidenses desde el punto de vista de la España de los años 60. El presidente de EEUU en aquel momento era Lyndon B. Johnson (vemos una foto y le llaman por teléfono) y el de la URSS Leonid Brezhnev (sólo vemos una foto).

He de decir que los soviéticos están muy bien retratados. Son desconfiados, están siendo espiados por ellos mismos y ante cualquier falta esperan ser castigados con un viajecito a Siberia.

La historia empieza en París, luego pasamos a los Alpes.

Tiene chistes sutiles que quizás no resulten fácil de captar a los más jóvenes. Por ejemplo cuando el recepcionista del hotel se confunde y le da las habitaciones del ala este a los estadounidenses y las del ala oeste a los soviéticos, pero rectifica rápidamente.

Es una comedia pura y dura, con lo cual no hay que tomarse demasiado en serio el retrato que hacen de los dos bandos, que por otra parte tampoco es que esté demasiado mal hecho.

La película avanza más o menos normalmente hasta la parte en la que de repente las gemelas (bueno, en la película no son ni hermanas) se ponen a cantar mientras compran ropa.

La parte más interesante es la del embajador y su secretario pidiendo asilo político a los estadounidenses. Es quizás lo más realista de toda la película. Y otra muy buena es cuando los dos espías rusos se emborrachan con champán y brindan por el zar.

En fin, una comedia ligerita basada en los tópicos de la época sobre las dos superpotencias. Tampoco hay que darle demasiadas vueltas.