Pasemos a la 6ª parte.
Keisuke se entera de que el orfanato donde creció ha sido destruido por un incendio y por ello decide reabrir el negocio de las violaciones y así volver a ganar dinero para ayudar a los huérfanos de nuevo. Mientras tanto su tío y la señora que lleva la parte de los seguros le preparan una cena íntima con una mujer. Tras su primer trabajito sospecha que algo no está bien y decide investigar a la que le contrató.
Lo cierto es que hay tantas películas que esto casi parece una serie de televisión. Aparte que mantienen al reparto y tienen el mismo aspecto porque fueron rodadas en pocos años. Aparte que la calidad no aumenta ni se reduce a medida que avanzan las historias, son muy diferentes pero el estilo es similar (y su resolución idéntica).
En la 5ª parte Rapeman decidió dedicarse sólo a la enseñanza, aunque le obligaron a retomar sus actividades nocturnas porque había un suplantador y debía detenerle. En esta ya está retirado y por ello su tío y él habían metido en una caja su indumentaria y la habían tirado a un río (atada convenientemente a una cadena porque nunca se sabe).
En su primer ataque vemos varias cosas diferentes. Se trata de un marido que le pone los cuernos a sus esposa, Rapeman le sorprende con la amante y tras darle unos golpes a él va a por ella y la viola. Diría que es la primera vez que tiene a un espectador durante su penetración a punta de navaja. Otra diferencia es que al terminar vemos al hombre y a la amante cogiendo un taxi para ir al hospital.
La mujer con la que querían emparejarlo no para de acosar a Keisuke llevándole comida cuando se dirige a clase (en unos recipientes que parecen para niños). Y sus alumnas están encantadas porque pueden chincharle. Por ello esta parte es la que más contenido cómico tiene, con diferencia.
Al final viola a dos mujeres juntas. Esto tampoco es demasiado habitual, supongo que necesitaban darle un punto extra a la serie antes de llegar a su conclusión, en la próxima entrada.
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