domingo, 28 de agosto de 2022

野良犬 (1949)

El título se traduce como "El perro rabioso".

Al detective Murakami de la policía le robaron su arma. Vio al ladrón y trató de atraparlo pero le dio esquinazo. En la comisaría se dedica a revisar fotografías para intentar localizar al carterista pero un policía experto le dice que quizás no fue él sino una mujer, así que se dedica a seguirla para hacerla confesar.

Ha pasado demasiado tiempo desde la última película que vi de Akira Kurosawa y eso no puede ser. Este es precisamente uno de los títulos más memorables del director, aunque sé más bien poco a priori.

El director se basó en una historia real de un detective al que le robaron su pistola y que tenía intención de escribir una novela sobre ello, pero nunca lo hizo.

Para protagonizarla eligió a Toshirô Mifune (Detective Murakami). Fue una de sus 16 colaboraciones juntos, siendo la tercera.

El hecho de que esté grabada en el Japón de la posguerra y que la historia esté situada en ese mismo periodo me dice mucho. Eso les ocasionó algún que otro problema, principalmente porque había zonas controladas por la yakuza. Kurosawa enviaba a Ishirô Honda para que grabase en los lugares más inaccesibles, de hecho él mismo es quien aparece cuando vemos de cintura para abajo al protagonista en dichas escenas.

Durante los créditos de inicio vemos a un perro jadeando. Eso que no tiene nada del otro mundo resultó un problema para la censura estadounidense pues consideraron que lo estaban maltratanto. Kurosawa dijo que fue la única vez en la que hubiera preferido que Japón no hubiera perdido la Segunda Guerra Mundial. Sutil.

La cultura estadounidense ya estaba metida en el ámbito japonés tras haber pasado tan sólo 4 años desde el fin de la guerra. El ejemplo más claro de esta película es el partido de béisbol, en un estadio con 50.000 espectadores.

Una cosa que no me queda clara es que cuando tratan de engatusar al tipo que se hace llamar Honda el aviso de megafonía dice "señor Honda, venga a la entrada...". No es un nombre raro, de hecho en un estadio con 50.000 personas es más que probable que hayan unos cuantos.

Otro detalle sutil es que entrevemos unos mangas eróticos en un cajón.

El tema principal de la historia es la culpa. El protagonista intenta incluso renunciar a su trabajo porque el tipo que tiene su pistola está cometiendo crímenes con ella y se ve incapaz de detenerle. Pero en realidad el que se supone que es el malo se mueve por la necesidad y al final cuando lo atrapan estalla en lágrimas, porque se siente culpable. El compañero del protagonista le dice algo que antes o después deberá aprender, debe impedir que le afecten esas cosas y centrarse en atrapar a los criminales.

Es la primera película del género noir que he visto de Kurosawa, ignoro si hizo muchás más. Espero seguir viendo más títulos de su filmografía próximamente para comprobarlo. En todo caso como ya he dicho en alguna ocasión no he visto demasiadas películas de este género y hasta el momento han sido todas bastante buenas o muy buenas directamente. Es quizás por el tono meláncolico que tienen, depresivo, triste y con un final en el que los protagonistas están jodidos, a pesar de lograr lo que quieren.

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