Megan Turner es una policía recién graduada que se incorpora al departamento de policía de Nueva York. Sin embargo en su primera intervención comete un error y la suspenden. Pero aparece un hombre muerto y el casquillo de la bala que lo mató lleva el nombre de ella escrito y la tienen que reinstaurar en el cuerpo.

Dirigida por Kathryn Bigelow. Conocida por "Point Break" (1991), "The Hurt Locker" (2008) y "Strange Days" (1995).
El reparto está encabezado por Jamie Lee Curtis (Megan Turner), un año antes hizo "A Fish Called Wanda" (1988). Ron Silver (Eugene Hunt), conocido por "Timecop" (1994). Clancy Brown (Nick Mann), conocido por "Starship Troopers" (1997) y "The Shawshank Redemption" (1994). Louise Fletcher (Shirley Turner), conocida por "One Flew Over the Cuckoo's Nest" (1975). Tom Sizemore (Wool Cap), fue su debut en el cine.

En los créditos de inicio escriben mal el apellido de Elizabeth Peña, se ve que no les quedaban eñes. En ellos vemos a la protagonista preparar su arma y ponerse el uniforme de policía, me imagino que se inspiraron en una escena similar de "Maniac Cop" (1988).
El planteamiento inicial es bastante ridículo, unas cuantas personas son incapaces de verificar que un atracador llevaba una pistola durante un atraco en una tienda y la oficial que se lo carga, salvándoles la vida, se come un marrón de lo lindo porque uno de ellos se la lleva tras cogerla del suelo.
Me gusta mucho el tiempo que se toma esta película para todo, recuerda un poco al estilo japonés. La BSO ayuda mucho en ese sentido, se parece un poco a la de "Blade Runner" (1982).

El asesino tiene mucho de "American Psycho" (1998), bueno sería al revés más bien. Pero así como la película de Christian Bale no acababa de recrear del todo bien el ambiente ochentero, al menos no como pretendía, esta simplemente no lo necesita porque ya lo es.
Me resulta fascinante como ignoran por completo a la protagonista. En plan "su palabra no vale una mierda, novata". Cuando hay evidencias más que de sobra que apoyan su versión de los hechos. De igual manera el malo consigue salir de la cárcel con demasiada facilidad, aquello de tenerlo retenido un mínimo de 24 horas se ve que no se aplicaba todavía en aquel entonces (claro que probablemente hubieran dado con el arma y se hubiera terminado la historia y algo tienen que contar, supongo).

No me queda excesivamente claro en qué momento ella recobra su placa de policía (le dan una de detective de forma provisional a mitad, perocon un número totalmente diferente).
El enfrentamiento final parece sacado de un Western, con un par de primeros planos de los ojos de cada uno hubiera sido perfecto.

Y ella es una auténtica justiciera, intenta ir siempre en solitario a por él desde el mismo momento en que tiene la certeza que es el asesino. Personalmente lo que más me ha gustado es ese ansia e ímpetu irrefrenable unido al final.
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