También conocida como "Cannibal! The Musical".
Estamos en Lake City, Colorado, en 1883. Alferd Packer ha sido acusado de asesinar y comerse a los miembros de la expedición de la que formaba parte mientras viajaban hacia Colorado guiados por él.
Fue la primera película de Trey Parker. No sólo la dirigió sino que la protagonizó, la produjo, compuso las canciones y escribió el guión. Por si no os suena el nombre (que podría ser) se trata de uno de los creadores de "South Park".
El otro creador de la susodicha serie es Matt Stone que aparece interpretando dos papeles, el de James Humphrey y el de la mujer sentada. Es también coguionista aunque no está acreditado como tal.
Del resto de actores destaca Dian Bachar (George Noon), un habitual de las películas de esta pareja, lo vimos por ejemplo en "Orgazmo" (1997) y en "BASEketball" (1998). Aparte salió en "Galaxy Quest" (1999).
Lo primero interesante es que en el año 1996 la Troma fue quien la distribuyó, aumentando notablemente su disponibilidad. Como ya he comentado alguna vez no sólo tienen su propias producciones, se dedican a distribuir títulos incluso de países extranjeros. Fueron los responsables del cambio de título porque fuera de Colorado el nombre de Alferd Packer era prácticamente desconocido.
La serie "South Park" me marcó mucho desde que empezó a emitirse, de hecho recuerdo que los primeros capítulos los vi doblados al español sudamericano porque aquí tardaron mucho en llegar. La cosa es que debido a la dificultad que conllevaba intentar seguirla en su momento empecé a buscar información sobre sus creadores y eventualmente di con este llamativo título. Me costó bastante encontrarlo (de hecho diría que fue gracias a la distribución de la Troma) aunque fue todo un descubrimiento ya que, a su manera, tenía un humor similar al de la serie.
Los dos primeros minutos de película son de lo más gore. Miembros arrancados, chorros de sangre, un muerto detrás de otro y todos los asesinatos son cometidos por el protagonista. Aunque en realidad se trata de una representación de los hechos durante un juicio, pero no deja de ser una escena grandiosa.
Usan los créditos de inicio clásicos en los que se ve un listado con el reparto al empezar. Lo más llamativo es que Trey Parker sale con el nombre de "Juan Schwartz", que es una variación de John Schwartze, el apodo que usa el protagonista cuando se esconde.
En realidad el protagonista usaba tanto el nombre de Alfred como el de Alferd cuando tenía que firmar algo, aunque es recordado por el segundo.
Liane es el nombre del caballo de Packer. Trey decidió usar el de su ex-prometida, Liane Adamo, tras descubrir que le estaba engañando con otro. Además le agregó lo de que "la ha montado todo el pueblo". Muy sutil.
Es un musical y la primera canción no tarda demasiado en aparecer. Se titula "Shpadoinkle". No tiene ningún significado, Trey la puso como relleno para poder darle la entonación a la frase "It's a shpadoinkle day" y tras grabarla a todos les gustó como quedaba y no lo cambiaron.
Dos de los cazadores que se encuentran cuando están comprando suministros llevan bigotes falsos muy mal hechos. En la parte de detrás de sus chaquetas pone "Trappers", como si fueran una banda de motoristas.
La tribu de indios se hace llamar Nihonjin, que es literalmente "gente japonesa" en japonés. Usaron estudiantes de intercambio japoneses para interpretarlos. En un momento dado uno dice "esta película es realmente estúpida" en japonés.
Cuando Humphrey traduce a los indios usa también el lenguaje de signos pero cuando dice la frase "Welcome to the land of blue light" en realidad está haciendo los signos de "Jesucristo está muerto".
Mencionan la historia de los Donner, de la que ya hablé en la tercera temporada de "A series of unfortunate events".
Copiaron una escena de la película "The Legend of Alfred Packer" (1980). Concretamente la que el protagonista se despierta tras una pesadilla y dice "Ike!", aunque no queda explicado por qué lo dice.
De hecho quitando la parte humorística y los anacronismos todo lo que relatan está basado en hechos reales, por inverosímiles que parezcan.
La música es lo mejor, aunque siendo una película de Trey Parker y Matt Stone no es sorprendente. Está cargada de momentos cómicos y absurdos pero la calidad es más bien baja en prácticamente todos los aspectos. Aún así es de las que merece la pena revisitar cada ciertos años.
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