En los años 30 un director artístico se enamora de una joven que quiere ser actriz, pero ella prefiere vivir su vida y cuidar de su padre alcohólico.
Protagonizada por William Atherton (Tod), conocido por “GhostBusters” (1984), “Real Genius” (1985) y “Die Hard” (1988). Con Karen Black (Faye Greener), salió también en “House of the 1000 Corpses” (2003). Donald Shuterland (Homer Simpson), acababa de hacer “S*P*Y*S” (1974). Burgess Meredith (Harry), conocido por “Rocky” (1976). Y John Hillerman (Ned Grote), conocido por “Magnum, P.I.”.
La película arranca al compás de la canción “Jeepers Creepers”, de 1938. Fue compuesta para una película, curiosamente, titulada “Going Places” (1938) interpretada por Louis Armstrong.
Frases impensables en una película actual: “Who am I?, a nigger?”. Ni siquiera si están situadas en el pasado.
La palabra “facile” en inglés significa tanto fácil como simple. No sabía eso.
Ya es casualidad que Shuterland se llame Homer Simpson. Su personaje es realmente peculiar, es un hombre temeroso de dios que sería incapaz de aprovecharse de una mujer. Además tarda bastante en aparecer pero desde ese momento va ganando más y más protagonismo.
Tocan dos temas un tanto chocantes. Por una parte las peleas de gallos, a muerte obviamente. Y por otra un accidente que ocurre durante el rodaje de una película bélica en el que muchos actores y parte del equipo técnico resultan heridos, aunque por suerte no muere nadie. Lo realmente chocante es la frialdad en la que se lo toman los del estudio quienes se alegran de que estén asegurados.
Aunque la escena más brutal sucede en la parte final cuando una multitud lincha a uno por matar a una niña y acaba derivando en una escena totalmente surrealista. No me esperaba algo así para nada.
Qué película tan rara. No sabría compararla con otra ahora mismo.
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