David Stillwell descubre que hay una parte de su vida que ha olvidado por completo cuando una mujer le reconoce en un apagón. A partir de entonces empiezan a sucederle cosas muy extrañas
Todo un señor reparto con nombres como Gregory Peck (David Stillwell), Diane Baker (Shela), Walter Matthau (Ted Casselle), Kevin McCarthy (Sylvester Josephson) y George Kennedy (Willard).
Originalmente tenían pensado poner a Rock Hudson como protagonista y a Tippi Hedren como Shela, pero ella estaba ligada por contrato a Alfred Hitchcock. Y hablando del orondo director, el argumento guarda bastantes similitudes con su película “Spellbound” (1945), también protagonizada por Gregory Peck.
Y es que, de hecho, es definida como Hitchcockiana. Cosa con la que estoy bastante de acuerdo en cuanto a lo que es la historia en sí.
La frase “don’t take any wooden indians” hace referencia a unas monedas de cinco centavos de principios del siglo XX. Al ser de cobre podrían ser confundidas con unas falsas hechas de madera. La expresión en sí viene a querer decir “ten cuidado”.
La base argumental me recuerda un poco a “The Manchurian Candidate” (1962).
Hacen uso de pequeños flashbacks de una manera bastante frecuente. Llegan a resultar molestos, a pesar de que ayudan a entender qué está pensando el protagonista y cómo se va dando cuenta de que sufre amnesia.
Pero ese detalle no debería empañar una gran intriga que se va desarrollando de una manera lógica.
Joe Turtle tiene un póster de Mallorca en su apartamento.
Hay una escena que me ha recordado a “The Truman Show” (1998), cuando su compañero de trabajo trata de convencerle y así evitar que lo maten. Además está grabada de manera que recuerda a “The Third Man” (1949), no me sorprendería si fuera un homenaje.
Me ha gustado, responde a todas las preguntas de una manera paulatina pero constante que llega incluso hasta los últimos minutos.
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