Esto es un no parar.
Willie Bingham es un preso a quien han elegido para un castigo novedoso que consiste en amputarle miembros mediante cirugía. Los familiares de la víctima eligen hasta donde han de amputar mientras observan la operación. Lo primero es su mano izquierda. Seguidamente su brazo derecho y su pierna izquierda. En la tercera operación le cortan la otra pierna. Luego un riñón y un pulmón. Lo siquiente que le cortan son los testículos. Y luego las orejas, la nariz y la punta de la lengua.
Tiene una duración de 13 minutos.
Dirigido por Matthew Richards, quien se ha dedicado a dirigir sólo cortometrajes hasta ahora. Posteriormente fue incluido en la película "Grave Intentions" (2021).
La idea detrás de todo esto es exhibirlo en los institutos para que los niños ni siquiera piensen en portarse mal, mucho menos convertirse en delincuentes. Esas partes son bastante perturbadoras.
Los efectos especiales son muy buenos, de hecho incluso llegamos a ver desnudo al protagonista tras las primeras amputaciones.
Me recuerda bastante a "Johnny got his gun" (1971).
En pocas palabras se podría definir como un castigo peor que la muerte.
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