King Kong ha sido aislado en la Isla Skull para evitar que Godzilla le encuentre. Mientras tanto Godzilla ataca un laboratorio de Apex en Pensacola, Florida, pero nadie sabe la razón.
Otra película más afectada por la dichosa pandemia global. Dejando a un lado el retraso en la fecha de su estreno (cosa que es la norma ahora mismo) la película ha sido estrenada simultáneamente en cines y online (en algunos países). No sé si considerarlo algo positivo o negativo.
Se trata de la cuarta película del conocido como “Monsterverse” tras “Godzilla” (2014), “Kong: Skull Island” (2017) y “Godzilla; King of Monsters” (2019). Obviamente también habría que mencionar su anterior enfrentamiento en “Kongu Kongu tai Gojira” (1962).
Para conectar mejor con las anteriores películas salieron dos novelas gráficas tituladas “Kingdom Kong” y “Godzilla Dominion”.
En el reparto tenemos a Alexander Skarsgård (Nathan Lind), conocido por la serie “True Blood”. Millie Bobby Brown (Madison Russell), su anterior título fue “Enola Holmes” (2020). Eiza González (Maya Simmons), salió en “Alita: Battle Angel” (2019). Lance Reddick (director de Monarch), conocido por “John Wick” (2014). Kyle Chandler (Mark Russell), salió en “Argo” (2012). Demián Bichir (Walter Simmons), salió en “The Hateful Eight” (2015). Rebecca Hall (Ilene Andrews), salió en “The Prestige” (2006).
Cuando vi el trailer lo que menos me convenció fue el aspecto de King Kong, no he cambiado demasiado de opinión.
Como la historia del enfrentamiento da poco de sí (se veía venir desde la anterior película) deciden seguir la teoría de que el mundo está hueco y envían expediciones para explorarlo. Es algo de lo que ya escribió Julio Verne en su “Viaje al centro de la Tierra”. En esencia, los titanes provienen de ahí.
En los créditos de inicio vemos como los demás titanes han sido derrotados y que sólo quedan ellos dos.
Cometen el típico error de cuando alguien copia alguien un ordenador por algún motivo se abre. En este caso es una imagen que justo da la información más delicada de Apex.
La razón por la que Godzilla ataca el laboratorio es que están construyendo MechaGodzilla allí. Y no es que sea capaz de detectar un robot sino que usaron dos de los cerebros de King Ghidorah.
Una cosa que no comprendo es por qué Kong no ataca las paredes del lugar donde le tienen retenido en vez del techo.
Me he percatado de que tratan de buscar la imagen “póster”.
Me hace mucha gracia que tanto la niña como su madre llamen cobarde al científico de la teoría de la “Tierra hueca” cuando está cerca de Kong y sin embargo sean las primeras en esconderse en cuanto aparece Godzilla.
La facilidad con la que Godzilla destruye barcos es ridícula. A los 40 minutos por fin Godzilla se enfrenta a Kong.
No soy un experto en balística pero sí sé que disparar a algo que está bajo el agua es la mayor estupidez, especialmente cuando son bombas que explotan al impactar con el agua.
Definitivamente por una vez me hubiera gustado que los protagonistas no fueran los únicos que se salvan cuando suceden ataques aleatorios.
En el lado positivo tenemos que uno de los enfrentamientos sucede en una ciudad, al más puro estilo kaiju clásico. Y es muy destructivo, me río yo de “Rampage” (2018).
Sinceramente no acabo de ver la necesidad de que el personaje que interpreta Millie Bobby Brown tenga tantos minutos. Lo único que hace es poner su vida en peligro, de hecho diría que lo único interesante es que consigue llevar a su amigo Josh con ella. Su contrapartida es una niña sordomuda más pequeña que resulta mucho más útil.
Me ha gustado bastante. No soy demasiado fan de los colores brillantes de neón y tiene bastante relleno pero los enfrentamientos están muy bien. Dicho lo cual, si la vuelvo a ver será pasados unos cuantos años, cuando me haya olvidado de ella. Sigo prefiriendo las películas clásicas.
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