Esta vez la acción ocurre en Londres.
Un león está en una jaula mientras un cuidador del zoo le tira trozos de comida. Tiene que hacerlo con cuidado porque el animal trata de darle zarpazos, pero él le marea lo suficiente como para que no pueda alcanzarle.
Dirigida por Alexandre Promio. La razón es que los hermanos Lumière sólo tenían una cámara y estaba en París, donde la usaban con bastante frecuencia para rodar sus cortometrajes.
De nuevo el título hace referencia a más de un león pero sale sólo uno.
Es curiosa la afición que tenían en aquella época a filmar animales salvajes, sin embargo casi siempre estaban encerrados. Que tiene mucho sentido, ya que vas a mostrar una de las primeras grabaciones que sea de algo inédito o inusual para el público en general. De esa manera generas más interés.
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