Libby ha entrado a trabajar en una tienda de ropa llamada CCC. Su nuevo producto son unos vaqueros que se adaptan a tu cuerpo por sí mismos. De repente dos empleadas desaparecen y encargan a Libby la tarea de buscarlas.
La CCC tiene mucho de Benetton. Sus empleados... no sabría decirlo. Cada uno tiene su forma realmente rara de ser.
Lo que más me atrajo de esta película es el concepto de unos pantalones vaqueros asesinos. Y es exactamente lo que sucede, chorrazos de sangre incluidos.
También la actitud del jefe cuando van descubriendo los cadáveres.
Tiene bastante mensaje social, aunque no sea nada nuevo. La gran corporación que emplea a menores en países del tercer mundo para fabricar sus productos, en este caso ropa, y así sacar aún más beneficio. Pero claro, en esta ocasión están engañando a todo el mundo, o quizás no, igual simplemente la gente prefiere ignorar la realidad.
En todo caso podría dar pie a una secuela, aunque no sé hasta qué punto podría ser interesante. Me gusta la idea de un pantalón solitario asesino, no tanto que sean un montón. Un poco lo que me pasa con las dos primeras de "Alien" (1979).
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