Estamos en Roma, en la época de Nero. Marcus Vinicius le habla a Petronius de una mujer llamada Lygia, entonces Petronius pide ayuda a Nero para que se la entreguen y a Vinicius no le hace ninguna gracia cuando se entera pero en realidad lo ha hecho por él.
Basada en la novela "Quo Vadis: A Narrative of the Time of Nero" de Henryk Sienkiewicz publicada en 1895. Fue su segunda adaptación ya que hubo una en el año 1901.
Fue una de las primeras superproducciones con 5000 extras, decorados de lujo y una duración de 2 horas (de las cuales nos han llegado una hora y media).
Empieza con la presentación de los actores. Primero sale su nombre junto a su personaje y luego vemos una imagen suya. En total dura dos minutos.
Lo primero que me llama la atención es la cantidad de saludos con el brazo extendido que hacen. Si bien era una costumbre romana en películas posteriores los suelen hacer los soldados, al menos de una manera tan exagerada, aquí todos los personajes los hacen con bastante frecuencia.
Personalmente diría que entre todos los personajes, que no son pocos, mi favorito es Nero. Es un loco capaz de quemar la ciudad de Roma para terminar de componer un poema. ¿Cómo no me va a gustar?. De hecho el resto está tan preocupado por las relaciones personales que son incapaces de disfrutar el momento como él.
Pero bueno, aquí la historia no es esa, de hecho ni siquiera es una relación personal aunque tenga esa apariencia, sino el que un romano decida convertirse al cristianismo tras escuchar un sermón de Pedro.
No creo que sea algo hecho adrede pero durante el bautismo de Vinicius vemos una hoz y un martillo dibujada en una tela en la parte trasera.
Aparecen también carreras de cuádrigas, como en "Ben Hur" (1907), pero incluso contando con los mismos medios y grabando con una cámara estática se ven mil veces mejor por el simple hecho de estar enfocadas de frente y a cierta distancia. Más que nada porque ves como aparecen en el fondo y como se aproximan hacia el espectador y no como una sombra fugaz que cruzaba la pantalla.
Hace aparición una jauría de leones reales en la parte del circo. Está muy lograda la escena en la que se les ve comiendo restos humanos.
Y aquí eso de crucificar a los cristianos les sabe a poco, prefieren quemarlos vivos atados a unas estacas. Es precioso de ver.
La escena más importante sucede al final cuando Jesús se aparece ante Pedro y le dice la frase "quo vadis, domine?". Lo interesante de esa escena es que Jesús es semitransparente porque superpusieron dos imágenes.
El mensaje final es que el cristianismo se hizo más fuerte tras la muerte de Nero. En realidad durante toda la película he tenido la sensación de falta de rigurosidad histórica, y es que mezclan cosas de la Biblia y hechos reales. Con lo cual no me sorprende el final.
En todo caso es una película que comparativamente hablando con la versión más famosa no se deja demasiadas cosas, lo cual me ha sorprendido. Aunque más me ha sorprendido lo bien hechas que están algunas escenas.
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