Trick or Treat (1986)

Aquí la titulamos "Muerte a 33 R.P.M.".

Ragman es un joven aficionado a la música heavy quien se acaba de enterar que su cantante favorito ha muerto en el incendio de un hotel. En el instituto no paran de agobiarle unos tipos y decide vengarse usando la música como medio.

Atentos a las apariciones de Gene Simmons (Nuke), el bajista de Kiss, y Ozzy Osbourne (Reverendo Aaron Gilstrom). El primero es un habitual de la gran pantalla, Ozzy hace un papel que le queda bien y todo quejándose de las letras de las canciones por incitar al sexo.

También estuvo interesado en participar Blackie Lawless y participar en la BSO pero cuando se enteró de que se la habían dado a otro grupo y que tendría que hacer como que cantaba sus canciones les respondió que él ya tenía su propio grupo.

El protagonista tiene logos de grupos por doquier. Así a primera vista he reconocido Lizzy Borden, Ozzy Osbourne, Mötley Crüe, Iron Maiden, Raven, Judas Priest, Twisted Sister, Anthrax, Kiss, Possessed, Exciter, Impaler y Megadeth.

Sin embargo he hechado de menos grupos más famosos como Metallica, Slayer o Testament que ya pegaban fuerte por aquel entonces. Pero hey, no me quejo, me parece una buena selección. De hecho más amplia de lo que podría esperarme.

La BSO es de un grupo llamado Fastway que quizás no os suene pero uno de sus componentes es Fast Eddie Clarke de Motörhead. También aparece la canción "Scream until you like it" de Only Child. Esta última es relevante porque fue también la BSO de "Ghoulies II" (1988) aunque en su versión más conocida, la de W.A.S.P..

Al principio me pareció la típica película de los deportistas de instituto metiéndose con un chaval por ser diferente y, en esencia, es eso. Pero luego va evolucionando hacia escenas tipo "Carrie" (1976) o "Christine" (1983).

Me encanta la escena de la madre mirando con cara de asco las portadas de los discos. Tiene algún puntazo como ese la mar de graciosete.

Pero vamos, teniendo en cuenta el año en que fue hecha me parece una auténtica maravilla. Y no sólo por la música, que también, es que las muertes son numerosas y el rollo demoníaco resulta divertido.