Seguimos con más películas españolas.
El profesor Jorge Serra Hamilton está siendo buscando por el mundo entero. Se encuentra en Calabuch, un pueblo de España. Allí un hombre le da un paquete de contrabando para entregárselo a un tipo llamado "El langosta". Resulta que está en la cárcel y le encierran con él, pero es un caradura y consiguen salir juntos. A él le gusta mucho el pueblo pero el carabinero sospecha de él.
Otra película de Luis García Berlanga, como suelo decir no ha sido adrede, se han juntado de casualidad dos títulos suyos. Aunque curiosamente este era uno de los que más ganas de tenía de ver porque me tiene muy intrigado.
Protagonizada por Edmund Gwenn (Profesor Jorge Serra Hamilton), fue su última película ya que falleció en 1959. Posteriormente hizo aparición en un par de capítulos de series de televisión. Es conocido por títulos como "Miracle on 34th Street" (1947), "The Trouble with Harry" (1955), "Pride and Prejudice" (1940) y "Them!" (1954). Su voz la dobló Eduardo Calvo.
Del reparto destacan los nombres de Manuel Alexandre (Vicente), José Isbert (Don Ramón) y José Luis Ozores (Cucherito).
Fue grabada en Peñíscola mayormente. Es una localidad que no está excesivamente lejos de donde vivo, de hecho he ido a visitarla bastantes veces.
Me hace gracia que salga una escuela de pueblo, con una maestra que lleva gafas y un niño castigado con los brazos en cruz. Eso mismo vimos en "¡Bienvenido, Mister Marshall!" (1953).
De nuevo vemos a las figuras de poder, pero esta vez no está el alcalde como figura principal sino el carabinero, seguido del cura. Los otros son principalmente pescadores, el director de la banda y la profesora de la escuela.
En realidad el profesor se delata cuando le dice al tipo de los cohetes que pueden llegar más rápido si usase una serie de explosiones en cadena. Es la manera en la que los cohetes espaciales consiguen salir al espacio.
Me encanta la "plaza" improvisada para la corrida de toros hecha con cuatro palos, unos carros y unas barcas, todo ello en la orilla del mar. Claro que el "toro" es una vaquilla y aunque hay un torero profesional los que la saben manejar son los mozos del pueblo.
Curioso que de nuevo la felicidad de un pueblo se vea trastocada por unos americanos. También que se movilicen todos pero no logren nada. De nuevo, lo mismo que pasa en "¡Bienvenido, Mister Marshall!" (1953).
En realidad la preocupación de los militares es que no revele sus secretos, les importa más bien poco la felicidad del protagonista.
Me ha gustado mucho, era un título del que no sabía nada y ha resultado ser una experiencia muy agradable a la par que cercana.
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