Cuatro espías internacionales se ven forzados a ir Chicago tras perder un paquete que contiene un coche de juguete con un chip secreto. Alex Pruitt es un niño de 8 años que ha pillado la varicela y se ve obligado a quedarse en casa, una vecina le regaló dicho coche el día antes.
Tras el éxito de la segunda película era necesario hacer una tercera, al menos así es como piensan en Hollywood, pero al no estar disponible Macaulay Culkin tuvieron que buscar a otro niño para protagonizarla… y a otra familia… y a otros ladrones… de hecho creo que sólo repite el guionista John Hughes ya que está dirigida por la editora de las dos primeras películas de nombre Raja Gosnell. Por cierto, fue su debut como directora.
En el reparto destacan los nombres de Scarlett Johansson (Molly Pruitt), quien había salido en algunos títulos previamente aunque el éxito le vendría con “Lost in Traslation” (2003). Neil Flynn (oficial de policía), conocido por “Scrubs”. Y Rya Kihlstedt (Alice Ribbons), salió en “Deep Impact” (1998) y en la serie “Charmed”.
El niño es Alex D.Linz (Alex Pruitt) y no es sorprendente que no os suene su nombre pues posteriormente no hay hecho nada destacable.
No tiene ningún tipo de conexión con las anteriores. De hecho ni siquiera transcurre en navidades.
Fue planteada como el piloto de una serie de televisión, al final decidieron dejarla como una película. Con la cuarta, en cambio, sucedió lo contrario pero la serie se quedó en nada.
En la primera aparición de Alex le vemos limpiando la nieve a su vecina. Ella entonces no quiere pagarle pero de repente le regala el coche de juguete que se ha llevado por error en el aeropuerto. No acabo de entender el sentido del personaje, es obvio que no le gusta Alex pero aún así le da un regalo.
No acabo de entender a los que dicen que es una gran película y menos aún a los que afirman que es mejor que las dos anteriores.
Aparte que sigue topicazos como que ningún adulto cree a un niño o que los ladrones son súper espías de la ostia con todo tipo de tecnología ultramoderna.
Aunque lo que más me chirría es la cantidad de trampas superelaboradas que crea un niño con los medios que tiene en casa. Hay algunas que son plausibles pero otras son ridículamente complicadas y peligrosas.
De hecho de una manera similar a como pasó en las anteriores películas algunas de las cosas que les pasan a los malos deberían matarles o dejarles incapacitados pero siguen como si nada.
En fin, pasó sin pena ni gloria en su día y no es de sorprender pues las dos anteriores dejaron el listón muy alto y esta se queda bastante corta. Va, pasemos a la cuarta.
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