También conocida como "Bilocation".
Shinobu Takamura es una mujer que se dedica a pintar cuadros para una competición y por ello trata de conseguir hacerlo de manera perfecta, pero por mucho que se esfuerza no lo logra. Se acaba de casar con un chico ciego llamado Masaru Komura. De repente un día la detienen por falsificar dinero pero el detective la lleva a una extraña casa donde conoce más gente que tiene bilocaciones. Ella no se lo cree pero tal y como sale de la habitación se encuentra con su doble.
No está subtitulada esa parte pero la historia que narra al principio la profesora en ruso es la de los hermanos Abel y Caín.
Durante toda la película juegan con el concepto "reflejo". Bien sea en un charco de agua, en una ventana o un espejo. Lo cual cobra un sentido extra cuando explican que los dobles no tienen reflejo.
Lo primero que me ha llamado la atención del grupito es que el líder no cuenta su historia. De hecho es de quien menos sabemos, básicamente nada, y él parece estar atento a todo lo que les sucede a ellos en todo momento.
Siguiendo la lógica de la película entiendo el desdoblamiento del poli, de la madre y de la pintora, pero no tanto el del estudiante.
Eventualmente todos los personajes tienen su razón de ser y esta no es de esas películas en las que fijándote en los detalles sacas la solución antes porque siempre hay más de lo que nos muestran.
Vale, al final todo cuadra y es más retorcido de lo que me esperaba. Me ha gustado, es muy inteligente. Y el final es satisfactorio.
No hay mucho que explicar, dura casi dos horas y no se me ha hecho para nada pesada. Trata un tema original y los efectos especiales (casi siempre son crear dobles en una misma imagen) son muy buenos.
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