También conocida como "Nicky, la aprendiz de bruja" y "Kiki's Delivery Service".
Estamos en los años 50. Kiki acaba de cumplir 13 años y ha llegado la hora de abandonar su casa durante un año. Junto con su gato negro Jiji terminará llegando a la ciudad de Koriko. Allí creará un servicio de entrega de paquetes con el que empezará a ganar algo de dinero aparte de que hará unos cuantos buenos amigos.
Ha sido por pura casualidad que se hayan juntado dos títulos de Hayao Miyazaki. Y de nuevo es uno que no he visto, aunque esta vez se muy poquito a priori.
Para inspirarse los artistas y el director fueron a Suecia y tomaron fotografías de Estocolmo. Se basaron en ellas para crear la ciudad ficticia de Koriko. También tiene algunos elementos de Lisboa, París, San Francisco y Milán. Muchos de los textos que aparecen están en sueco.
Está situada en una realidad alternativa en la que no hubo guerras mundiales.
Había leído que sólo Kiki es capaz de oír hablar a Jiji. En realidad justo cuando está a punto de salir volando con la escoba por primera vez la señora mayor le ha escuchado, claramente además.
Lo del gato que habla me recuerda en cierta manera a Sabrina, la bruja adolescente en cualquiera de sus versiones.
Al menos con esta película el factor "mágico" está mucho más claro.
No tenía muy claro eso de pasar un año de manera independiente. Pensé que habría algún tipo de gremio de brujos que se ayudan a establecerse o algo así pero Kiki llega a una ciudad sin más y, obviamente, no tiene ni donde quedarse.
Es una película de cómo una niña pasa a ser una mujer, sin caer en tópicos sexuales ni de romanticismo, lo cual me parece todo un mérito. Y es que aunque la protagonista es una niña de 13 años podría funcionar perfectamente con una adolescente o una joven adulta.
Lo que más me gusta es como recibe bofetadas de realidad. Por ejemplo cuando se da cuenta de lo caro que es todo o que un servicio de mensajería que parece el trabajo más simple del mundo se puede complicar de maneras insospechadas. Aunque la mejor es la niña del cumpleaños insolente que se queja de la tarta que ha preparado su abuela con todo el cariño del mundo, ayudada por Kiki además. Es un tipo de persona que ha existido de siempre y que raras veces cambia cuando crece.
Me llama la atención de que pese a que la ciudad es europea, claramente, los comportamientos de los personajes no dejan de ser japoneses.
No querían poner unos aburridos créditos finales así que agregaron una especie de epílogo a la historia y una escena extra al final.
Al igual que la película de Totoro es una historia para todo el mundo con ligeros toques dramáticos, pero sin llegar a niveles trágicos. Tiene momentos simpáticos, bastante aventura y exploración y a su manera es diferente. No recuerdo demasiadas películas o series donde la magia está integrada de una manera natural en un mundo normal.
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